La operación, Muhaka, comenzó el 23 de abril, cuando se recibió una denuncia por parte de un repartidor de comida a domicilio. El joven adujo que una persona le había intimidado con un arma blanca cuando acababa de realizar una entrega en la localidad de Sollana. Según su testimonio, le había sustraído la bandolera con los 230 euros de recaudación que contenía, así como su teléfono móvil.

Un menor de edad, vecino de Benifaió, dijo haber encontrado el teléfono móvil, además de la bandolera, sin la recaudación, en Benifaió. Este hecho, junto con la vaga descripción aportada por la víctima del supuesto autor, despertaron las sospechas de los agentes, que iniciaron una línea de investigación con la hipótesis de que el relato del denunciante pudiera ser falso.

Tras obtener los suficientes indicios y pruebas, se probó que el hecho denunciado nunca había tenido lugar y que la supuesta víctima se quedó con la recaudación.

El 2 de mayo se detuvo al denunciante, un joven de 19 años, y se investigó a la persona que había encontrado el móvil y la bandolera, un menor de 16 años, ambos de nacionalidad española, por un delito de simulación de delito y otro de apropiación indebida. Ambas personas establecieron un plan para realizar, primero, una denuncia falsa y, posteriormente, notificar el hallazgo de los bienes denunciados como sustraídos.

Las diligencias fueron entregadas en el Juzgado de Instrucción y Primera Instancia número 6 de Sueca.