En el caso de las comunidades de propietarios, las ayudas podrán ser de hasta 18.800 euros por vivienda (el 80% de la actuación) o, en el caso de situaciones de vulnerabilidad, de hasta 26.750 euros (100% de la actuación), mientras para actuaciones parciales oscilarán entre mil y 3.000 euros. Así lo han avanzado el 'president', Ximo Puig, y el vicepresidente segundo y conseller de Vivienda, Héctor Illueca, en la presentación del programa.

En concreto, las ayudas contemplan una dotación de 20 millones de euros para este año, pero pueden alcanzar otros 200 millones entre 2022 y 2023 si el sector aprovecha todos los recursos asignados a la Comunitat del plan estatal de recuperación financiado con los fondos europeos Next Generation EU.

El dinero se destinará a obras de rehabilitación en las que se pueda acreditar una mejora de la eficiencia energética que represente, en el caso de actuaciones en edificios de viviendas, una reducción de al menos el 30% en el consumo de energía primaria no renovable y, en actuaciones puntuales en viviendas, una rebaja del 7% de la demanda de esta energía.

Ahora bien, todas las obras que tengan que ver con la rehabilitación de viviendas podrán ser objeto de subvención, como las de accesibilidad, conservación o incluso para evitar problemas como goteras. En general, las ayudas están pensadas para edificios de uso predominante residencial, tanto en ámbito urbano como rural, e incluyen la exigencia de una mejora acreditada de la eficiencia energética que afecta a los edificios de tipo residencial colectivo y viviendas unifamiliares o pertenecientes a edificios plurifamiliares.

INTERMEDIARIOS

Como intermediarios se prevén los agentes y gestores de la rehabilitación para facilitar la ejecución y la tramitación, dos figuras que son compatibles y se tienen que inscribir en un registro autonómico abierto desde hace dos semanas hasta el 24 de noviembre.

Las ayudas se concederán por concurrencia competitiva, siguiendo el orden de presentación entre los que cumplan los requisitos.Las obras podrán estar iniciadas antes de la solicitud, pero no antes del 1 de febrero de 2020 ni finalizadas en el momento de la petición.

En su intervención, Puig ha defendido que la crisis actual abre la oportunidad de acelerar "transiciones pendientes" como la energética y ha recordado que el parque valenciano de viviendas está envejecido. De hecho, hasta el 84,5% de los edificios está en los valores más bajos de certificación energética en consumo.

También el conseller Illueca ha resaltado la importancia de avanzar en eficiencia -"la crisis climática ya se nota incluso dentro de las casas y convierte a las personas que las habitan en extremadamente vulnerables"- y ha apelado al sector a ser capaces de movilizar la mayor cantidad posible de recursos con estas ayudas.