Se trata de una talla en madera policromada que data de las primeras décadas del XVI y, al parecer, antes de tenerlo la familia en propiedad, procedía de una capilla rural de la zona de Alzira donde la imagen sufrió graves desperfectos por las inundaciones de octubre de 1982, explica José Verdeguer como director del museo.

La imagen llegó a la Catedral en condiciones lamentables, por lo que en el taller de restauración de la Seo se realizó una limpieza para eliminar la suciedad y el barro de la inundación del 82 y para fijar la escasa policromía original que conservaba, como la sangre en rodillas y frente, la carnación en el rostro y la decoración en el cabello y barba, así como la base.

Esta talla, a la que le falta una parte de un brazo que posiblemente perdió en la riada, es de muy buena factura y en ella destaca la belleza del rostro, la forma del cabello y de las manos y la rigidez, resalta Verdeguer, también canónigo responsable del Patrimonio Histórico Artístico de la Catedral.

La Seo agradece "enormemente" está donación que permitirá que la obra pueda ser conocida por todos los valencianos y visitantes. Ya se expone en el museo, en la planta baja, y ahora forma parte del patrimonio de la ciudad.