"Los diseños expuestos forman parte de la colección Pérez de Albéniz-Bergasa y han sido recopilados y dibujados por Juli Capella para explicar su funcionamiento. 120 objetos cotidianos cuentan en primera persona, ayudados por dibujos, cómo son y por qué son así. Todos ellos están agrupados en 10 apartados según sus diferentes prioridades estratégicas: abaratar, reducir, facilitar, sorprender, complementar o innovar", ha explicado la secretaria autonómica de Cultura, Raquel Tamarit, en la presentación de la muestra.

Los 120 objetos seleccionados se han puesto sobre 10 mesas de análisis para poder entender sus virtudes. Se trata de saber apreciarlos más allá de su inmediata percepción cotidiana, cada día nos servimos de ellos, pero sin apenas prestarles atención. Solo cuando no funcionan nos fijamos en qué forma tienen y buscamos un recambio mejor. "Todos ellos están agrupados en 10 apartados según sus diferentes prioridades estratégicas, abaratar, reducir, facilitar, sorprender, complementar o innovar", ha detallado.

Entre las piezas seleccionadas la mayoría son anónimas y de autor desconocido, pero también hay obras de reputados diseñadores de estilos muy diversos como Dieter Rams, Philippe Starck, Achille Castiglioni, Alessandro Mendini, Ettore Sottsass, André Ricard, Rafael Marquina, Daniel Gil, Tibor Kalman o Matteo Thun, y de los valencianos Daniel Nebot, Lavernia & Cienfuegos, Culdesac, Inma Bermúdez, Alberto Arza y Joan Rojeski. Y de empresas relevantes como Braun, Olivetti, Bic, Apple, Victorinox, Swatch, Alessi, Sony o la empresa valenciana Closca.

Lo novedoso, según ha destacado Tamarit, es que se trata de objetos cotidianos conocidos que "nunca los hemos visto juntos" y que el objetivo es "acercar a la sociedad a cómo el diseño ha contribuido a hacernos la vida más fácil" ya que "hay un gran número de objetos que solo valoramos cuando no los tenemos".

La secretaria autonómica ha estado acompañada por el director del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana (CMCV) y del CCCC, José Luis Pérez Pont, el comisario de la exposición, Juli Capella, el director de València Capital Mundial del Diseño 2022, Xavi Calvo y el galerista y diseñador de la exposición, Moisés Pérez de Albéniz.

PENSADA PARA EL PÚBLICO EN GENERAL

El comisario del proyecto ha señalado que se trata de una exposición sin mucho texto ya que su lenguaje es "el de la forma, no el de la escritura" y quieren expresarse como son. Además, ha explicado que "es una exposición pensada para el público general que busca sensibilizar al visitante con el diseño de manera afable con objetos cotidianos que le son familiares y sabe entender".

El diseñador ha manifestado que los objetos "están hartos de que no les hagan caso, desde que naces tienes que ponerte un chupete, que alguno diseñó; por eso queremos que los objetos se reconozcan porque hacen un servicio mínimo pero nos ayudan a vivir mejor".

En esta línea, ha destacado que "todos los objetos que nos rodean han sido creados para cumplir una función y lo que conocemos como diseño es la relación entre su uso y su aspecto. Capella ha explicado que los objetos expuestos "son fruto de un complejo proceso de imaginación, proyección y producción y, con sus formas, nos hablan de cómo son y nos explican por qué nacieron así".

Por último ha destacado que "son símbolo de progreso, de civilización", aunque ha recordado que "hay objetos que hacen daño a la gente, pero los hemos hecho nosotros, hagamos diseño del bueno, del que ayuda a cambiar la sociedad" porque los objetos "pueden ayudarte a vivir en un mundo mejor".

Por su parte, Pérez Pont ha manifestado su interés porque el centro del Carmen sea "una herramienta para acercar la cultura" y ha señalado que los seis expositores son una muestra "que permitirá a los visitantes comprender el importante papel que juega el diseño a la hora de facilitar nuestro día a día, en cuestiones que probablemente no hayamos pensado y que nos sorprenderán".

Xavi Calvo ha destacado la finalidad que tiene un diseñador de "transmitir el diseño cotidiano" y lo curioso de "trabajar para las personas" pero que exista un terreno "donde el diseño se constituye como palabra y la gente no sabe que el diseño está en su vida, que tiene la casa llena de objetos de diseño".

El galerista Pérez de Albéniz ha concluido añadiendo que "si la exposición mueve a la gente e interrelaciona al espectador con los objetos", se da "por satisfecho".