Una vez los tiempos te alcanzan, es ilógico refugiarse en según qué excusas. La casa real de Países Bajos, con Guillermo Alejandro de Holanda a la cabeza, ya no podía retrasar más una decisión que le venían reclamando cada año con más insistencia: deshacerse del Gouden Koets (la Carroza Dorada), uno de los símbolos de la monarquía, por las continuas críticas a sus motivos, que ensalzaban el pasado colonial del país.

Polémica en Países Bajos por el número de invitados al cumpleaños de la princesa Amalia

Esa supuesta gloria se sustentaba en el papel que tuvo Holanda en el comercio global de esclavos en aquella época. Se da en uno de los costados de la Carroza Dorada -en una pintura llamada Tributo de las Colonias- y en la se muestran a personas racializadas (negras y asiáticas), una de ellas arrodillada, brindando sus ofrendas a una joven blanca sentada en un trono, que simboliza Holanda.

El debate lleva bastante tiempo sobre la mesa, dado que confronta la nefasta historia del país como potencia colonial en el siglo XVII -y que se extiende, por ejemplo, hasta el año 2020, cuando Países Bajos indemnizó por primera vez a las víctimas de su violencia colonial en Indonesia, donde realizó matanzas en la década de 1940- con la realidad actual del país.

"La Carroza Dorada únicamente podrá volver a circular cuando Holanda esté lista. Y ese no es el caso ahora mismo", han declarado el rey Guillermo cuando ha explicado su decisión en un mensaje grabado. Hay que recordar que multitud de holandeses acumularon enormes fortunas comerciando con un número ingente de esclavos.

"Todos los ciudadanos de este país deben poder sentirse iguales y tener las mismas y justas oportunidades. Cada uno debe poder sentirse parte de lo construido en nuestro país y sentirse orgullosos de ello. También los holandeses con antepasados que no fueron libres en el Este o el Oeste [...]", ha señalado el monarca.

Gracias al Black Lives Matter se produjo un movimiento en el país por el reconocimiento del dolor causado y el año pasado, los datos aportados por la exposición Esclavitud, en el Rijksmuseum de Ámsterdam, señalaban que los holandeses llevaron a la fuerza a alrededor de 600.000 personas desde África hasta Surinam, Brasil, el Caribe y América del Norte.

"Mientras haya personas viviendo en Países Bajos que sientan diariamente el horror de la discriminación, el pasado aún proyectará su sombra sobre nuestro presente y no habrá terminado aún en el futuro [...]", ha matizado el rey, cuyo mandato ha sido recientemente fruto de multitud de polémicas por su comportamiento durante la pandemia.

"Solo si vamos juntos por el camino de la reconciliación, la Carroza Dorada podrá circular nuevamente en el Prinsjesdag, el día en que celebramos nuestra democracia y nuestra solidaridad como pueblo holandés", ha finalizado el rey Guillermo, que ha sido contestado por el activista antirracismo y fundador de los Archivos Negros de Ámsterdam, Mitchell Esajas, que ha opinado que las palabras del rey son "un buen indicio" pero también "lo mínimo" que se podía decir.

"El rey asegura que el pasado no debe ser examinado desde la perspectiva y los valores del presente, pero eso es una falacia, porque también en aquel contexto histórico la esclavitud podía ser visto como un crimen contra la humanidad y un sistema violento. Ese argumento es usado a menudo como excusa para maquillar la historia violenta de un país", ha añadido.