El descubrimiento se produjo el 17 de noviembre, durante la realización de una zanja en la parte oeste del paseo para colocar el colector, como se ha podido comprobar gracias a los trabajos de limpieza del equipo de arqueólogos que trabajan en la rehabilitación.

"Este hallazgo ha sido una sorpresa porque, aunque sabíamos que la Vila de Cullera cuando se amuralló en 1556 tenía siete torres, en los últimos planos de los que disponemos en el Archivo Histórico no aparecía esta torre; sabíamos que se había derribado cuando se construyó el cuartel de caballería porque estaba en muy mal estado, pero no pensábamos encontrarla", explica el arqueólogo municipal, Kike Gandia.

Los restos corresponden a los cimientos de la torre. Se trata de un nuevo hallazgo que se suma al de la antigua muralla descubierta hace casi dos meses durante estas mismas excavaciones y que dan cuenta de su gran valor en términos arqueológicos.

La aparición de los restos obliga a modificar parcialmente el trazado del colector del paseo para garantizar la correcta conservación de la torre, ya que el consistorio quiere preservar el patrimonio histórico de la ciudad y ponerlo en valor.

"Sabíamos que las obras podían hacer aflorar parte de la antigua muralla y esto nos llena de orgullo porque estamos sacando a la luz nuestra historia y poniéndola en valor", abunda el concejal de Urbanismo, Bernat Escolà, en el comunicado municipal.