Uno de cada diez enfermos de Alzheimer tiene menos de 65 años

Hoy es el Día Mundial de esta enfermedad que llega a causar la muerte. Asociaciones y médicos recuerdan que la epidemia avanza y en España los casos se duplicarán en veinte años
Pedro Sansegundo
Pedro Sansegundo
Sergio González
Pedro Sansegundo
El mundo recuerda hoy al olvido. Es el Día Internacional del Alzheimer, auspiciado por la Organización Mundial de la Salud. Una enfermedad neurodegenerativa, desconocida en su origen, que amenaza a unas sociedades cada vez más envejecidas, que ya no temen olvidar su papel en la historia, sino el yo como memoria de toda una vida.

En España existen unas 800.000 personas (600.000 diagnosticadas), que padecen este mal, un número que se duplicará en los próximos 20 años. Un 10% de ellos son menores de 65 años. En cifras globales, se calcula que en el mundo más de 25 millones de personas están afectadas.

Y con el crecimiento de la expectativa de vida, su espectro aumentará en los próximos años: para 2050, un 22% de la población de más de 60 años lo sufrirá.

Sólo hipótesis

Los científicos siguen investigando esta enfermedad, pero todavía no hay resultados, y sólo se barajan hipótesis: una infección vírica producida por el herpes, un rastro genético (sólo demostrado en el 10% de los casos). Lo único que conocen a ciencia cierta son los síntomas:«lleva a la demencia, pérdida de la memoria y facultades cognoscitivas», dice Fernando Valdivieso, investigador de la Universidad Autónoma de Madrid.

Juego de probabilidades

Biológicamente las células mueren. Un suicidio inexplicable. Y es un juego de estadísticas: a partir de los 60 años tenemos un 20% de probabilidades; de los 90, un 50%.

Por el momento, las terapias paliativas como medicamentos (donezepilo, memantina...) o estimulación cognoscitiva ayudan a frenar su avance. Pero las esperanzas centradas en las células madre chocan con una realidad que parece inexpugnable: «sin saber su origen, no podremos nunca llegar a curarla».

Un coste sociosanitario

La Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (AFAL) denuncia que España sólo se gasta en investigación un 1% de su Producto Interior Bruto, cuando el común en Europa es el 2%. El coste del Alzheimer es sociosanitario, ya que también afecta a los cuidadores, y existe un gran vacío en las ayudas. En los próximos años se abrirá en Madrid el Centro Integral Para el Alzheimer y, en Salamanca, el Centro Estatal de Referencia, entre otros.

Mañana tendrá cura (I). Alzheimer

20 minutos inaugura esta sección que pretende servir de acercamiento a enfermedades de alcance social y sin cura hoy en día, tanto desde la innovación médica, como el lado humano. Un punto de apoyo, un encuentro para decir «Mañana, tendrá cura».

Afectados: 25 millones en el mundo. 800 mil en España w PatologÍa: Enfermedad neurodegenerativa w aYudas: Asoc. de Familiares de enfermos de Alzheimer. tel. 91 309 16 60. www.afal.es. Conf. Española de Familiares de Enfermos de Alzheimer. Tel. 902 17 45 17. www.ceafa.org/

Mirada al futuro...

Fernando Valdivieso. Investigador de la UAM. «Se ha avanzado mucho en los últimos quince años. Una vez descubramos la causa, la enfermedad se erradicará. Los fármacos paliativos están funcionando bien, y pronto saldrán otros al mercado. Los diágnosticos por neuroimagen son muy eficaces. Pero debemos seguir investigando».

Pedro Sansegundo; su mujer, juana corchuelo, sufre alzheimer.

Síntomas: «empezó a perder la memoria, se pasaba el tiempo buscando las llaves...». Se manifestaron hace más de cinco años. Y después vino el diagnóstico,– «fue un golpe terrible»– los llantos, el vacío de saberse luchando contra el tiempo, «el alma a los pies», machacada por una vida que se desvanecía en el disolvente de la memoria. Juana padecía un mal casi impronunciable. Tenía 72 años. Y Pedro, recién jubilado, «aprendió desde entonces a ser actor». Actor del mismisimo recuerdo. Un funambulista de increíble ternura dedicado en exclusiva a luchar por unir día a día ese puzzle que se empeña en desmontarse «tarareándole una canción», por ejemplo. Ahora su mejor función es el cariño. Y su peor pesadilla, el olvido: miedo a olvidarse, a que «esta dependencia» que sienten el uno por el otro se desvanezca.

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