Junta aumentará un 43%, hasta los dos millones, el presupuesto de viviendas y apoyo a la vida autónoma

La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, ha anunciado que la Junta aumentará el 43 por ciento, hasta los dos millones de euros, el presupuesto del programa específico de viviendas y apoyo para la vida independiente, dirigido a personas con discapacidad que realicen un itinerario de formación para el empleo, que financia tanto el servicio de asistencia personal, como la vivienda que el usuario necesite.

En su visita a la última vivienda supervisada de Faema Salud Mental en Ávila, ha reivindicado la figura del asistente personal como "un recurso fundamental en la atención a las personas con discapacidad, a las que acompaña y permite elegir su proyecto de vida, y ha avanzado que su departamento trabaja en extenderlo a otros colectivos vulnerables".

Tras recordar que Castilla y León fue la primera comunidad autónoma de España en poner en marcha este servicio, la consejera ha apostado por incluirlo dentro del Plan Estratégico contra la soledad no deseada y el aislamiento social, presentado recientemente por el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que "permitirá atajar este tipo de situaciones a través de la detección, la prevención y la intervención".

A este programa, con el que se financiaron 61 viviendas y se atendieron a 119 personas con discapacidad en el último ejercicio cerrado, se destinarán en 2022 un total de dos millones de euros, frente a los 1,4 millones de este año.

Junto a esto, la Junta reforzará también el programa específico de formación y apoyo a la empleabilidad en el ámbito de la asistencia personal, particularmente en el medio rural.

A este proyecto, que en 2020 contribuyó a la cualificación de 95 personas con discapacidad y favoreció la contratación de 37, se destinarán el próximo año casi 194.000 euros.

La vivienda visitada es la número 15 dentro de la red de atención a las personas con discapacidad por enfermedad mental que gestiona esta entidad en la provincia de Ávila, y en su visita la consejera ha agradecido la labor de Faema, centrada en mejorar la calidad de vida de un colectivo formado por 30.000 personas en Castilla y León, unas 2.100 en Ávila.

El servicio de viviendas supervisadas se enmarca en un nuevo modelo de atención sociosanitaria a la enfermedad mental, sustentado en la coordinación entre los Servicios Sociales y el sistema sanitario, dirigido a ofrecer los apoyos que necesite cada usuario para llevar a cabo sus propios proyectos de vida y lograr la plena normalización e integración de las personas con discapacidad por enfermedad mental, fundamentalmente a través del empleo.

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