Según una nota de prensa de la Comisaría gijonesa, la investigación se inició con la denuncia de las dos jóvenes gijonesas, que daban cuenta de la sustracción de sus carteras que estaban guardadas en el interior de sus mochilas.

Ambas se habían ido a bañar y al volver a sus toallas habían descubierto que sus bolsas estaban abiertas y del interior lesfaltaban sus carteras y también un móvil de alta gama que una de ellas acababa de adquirir.

Al darse cuenta del robo, activaron de inmediato el sistemade localización del terminal y comprobaron que se encontraba en movimiento por la zona de La Calzada en Gijón. Tras varias paradas por la zona Oeste de la ciudad, la señal se hizo fija en el parking exterior de un supermercado de la avenida de los Campones, por lo que las víctimas se dirigieron a ese lugar.

Estas observaron a todos los automóviles estacionados y la reacción de sus ocupantes cuando activaron el tono de llamada del teléfono sustraído. Las sospechas se centraron en el conductor de un coche, que se había inquietado cuando realizaron la llamada, a lo que se sumó que justo después una mujer salió precipitadamente del y se subió a ese coche. Activado de nuevo el sistema de alerta del móvil, confirmaron que iba en el coche que acaba de salir del parking.

Si bien intentaron seguirles, los supuestos autores del hurto se percataron y salieron del centro comercial a mucha velocidad. Tras ello, las víctimas acudieron a la Policía.

Asimismo, en su la huida los autores arrojaron el teléfono móvil en las inmediaciones de una gasolinera de la Calle Manuel Vigil Montoto, para no ser localizados, por lo que pudo ser recuperado enperfectas condiciones por su titular.

Fruto de la investigación se comprobó que los autores habían realizado varios pagos con las tarjetas sustraídas y habían efectuado compras en varios comercios, además de en una administración de lotería y en un estanco.

Los trabajos policiales llevados a cabo en estos lugares en los que se habían efectuado las transacciones ilícitas permitieron identificar a los autores y averiguar que se trataba de un matrimonio, un hombre de 32 años y una mujer de 23, vecinos de Mieres y que contaban con antecedentes policiales. Una vez identificados, fueron detenidos por los delitos de hurto y estafa.