"No queremos ser más que nadie pero tampoco menos que nadie", ha aclarado el procurador de Por Ávila quien, tras aclarar que no pretende enfrentar territorios, sí ha defendido que distribuir las consejerías a favor de las provincias más olvidadas ayudaría a generar sentimiento de Comunidad.

Pascual Muñoz ha vuelto a evidenciar en las Cortes que en Castilla y León hay ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda, entre los que ha colocado a los vecinos de Ávila o de Soria.

Por su parte, el consejero de la Presidencia, Ángel Ibáñez, se ha mostrado dispuesto a abrir este debate desde la reflexión y con amplitud de miras siempre que se lleve a cabo con seriedad y sosiego frente a las "cortinas de humo" a modo de "filfas para tapar el desgobierno" que ha achacado al Ejecutivo central con una advertencia en nombre del presidente de la Junta: "La Escuela de Policía Nacional de Ávila no se toca".

El consejero ha aclarado al procurador de Por Ávila que debería haber dirigido su pregunta de control a la bancada socialista para aclarar dudas como si el plan descentralizador del Ejecutivo central tiene un verdadero propósito conciliador o pretende dar más concesiones a sus socios de Gobierno para seguir agarrado al sillón de La Moncloa.

"Seguiremos mientras tanto bastante atentos para discernir entre las propuestas reales del humo y de las luces de feria y actuaremos en consecuencia", ha sentenciado el consejero que ha asegurado a Pascual Muñoz que el Ejecutivo de Fernández Mañueco está comprometido con Ávila y lo seguirá estando, como con el resto de las provincias de la Comunidad.