Feijóo, Laxe y Touriño han debatido, moderados por la directora de la Escola Galega de Administración Pública (EGAP), Sonia Rodríguez-Campos, sobre la evolución política y social del Estado autonómico, con Galicia como caso práctico, en el marco de la jornada 'Galicia. Corenta anos de autonomía' que organizó la entidad, y en la que también se ha recordado a los fallecidos presidentes Gerardo Fernández Albor y Manuel Fraga.

En esta coyuntura, los tres presidentes han coincidido en la defensa de la Constitución del año 78 y del Estado autonómico y de su vigencia, compartiendo además la apuesta por "actualizar", "perfeccionar" o "reformar", en mayor o menor medida, el sistema, aunque con la visión de que el consenso que, en su día dio pie, a la Carta Magna española, debe ser clave en cualquier modificación que se emprenda.

Con independencia de pertenecer a formaciones políticas distintas, Feijóo y los dos expresidentes han coincidido también en la necesidad de, en palabras de Touriño, "reequilibrar" el sistema de financiación autonómica. Y muy aplaudida por parte de un Feijóo que cree "en el reformismo", ha sido una "feliz" frase de Laxe: "la financiación autonómica es inefectiva y el sistema premia a quien lo incumple".

En su intervención, Feijóo ha reivindicado con fuerza el modelo de autogobierno de Galicia, "basado en la autonomía afectiva y efectiva" y que ha definido como "exitoso", sin nada que envidiar, bajo su punto de vista, a otros modelos como el catalán o el vasco.

Un "modelo propio" que también ha vinculado con el "galleguismo integrador" que, a su modo de ver, comparten sus antecesores en la Xunta y que, frente a otras comunidades "quebradas", asentó en la "autonomía financiera" durante la última crisis ecónomica.

HAY COMUNIDADES "INVIABLES" ECONÓMICAMENTE, SEGÚN FEIJÓO

De hecho, Feijóo ha contrapuesto que, frente a otras autonomías que tuvieron que acudir al Fondo de Liquidez Autonómica, Galicia "no tuvo que ser rescatada", antes de volver a poner el foco en el actual sistema de financiación autonómica y en la reunión de varios presidentes que estaba convocada para el 2 y que, ha reconocido, ha generado "ruido".

Al respecto, ha insistido en que él consideraba que sigue considerando que unificar la postura de ocho comunidades que representan "casi el 60% del territorio" y "más del 20% de la población" podría ser una labor útil sentando unas bases que facilitasen la labor "del árbitro", en referencia al Gobierno de España.

Por otro lado, ha reconocido que no le parece "un disparate" el actual modelo de financiación, aunque cree que no están bien ponderados los criterios de envejecimiento y dispersión, y ha advertido que fue fruto de un "pacto" del Gobierno central con el entonces tripartito catalán.

Y en este contexto, ha lamentado que "sí" es cierto que se premia al que "incumple" y ha apuntado, como "problemas" pendientes de afrontar, a que se "beneficia" a Cataluña pese a que no cumple con sus obligaciones fiscales, además de poner el foco en cómo se liquida el cupo vasco.

"Hay comunidades que o se hace una quita por el Gobierno de turno o son inviables", ha esgrimido, antes de confesar que tanto en la crisis económica como en la de la covid su principal preocupación fue evitar "la quiebra" de Galicia.

Pero también el expresidente Touriño ha coincidido en que se da una "asimetría" entre las autonomías debido al sistema de financiación, al tiempo que ha reivindicado la necesidad de alcanzar "un pacto solvente y estable que garantice el equilibrio, la equidad y la igualdad de todos los ciudadanos y corresponsabilidad fiscal de las autonomías". "La asimetría financiera corroe la igualdad y la cohesión", ha sentenciado, con la convicción de que hacerle frente es "un desafío histórico".

DEFENSA DEL ESTADO AUTONÓMICO

El encuentro ha arrancado con una reflexión personal de lo que supuso para cada mandatario asumir el cargo. Un paso más ha dado Feijóo, quien ha rememorado su situación antes de presentarse "a las primarias" de su partido -como se refiere de forma habitual a aquel proceso interno- para relevar a Manuel Fraga en 2006. De hecho, ha confesado que tenía un contrato firmado, con el compromiso de no asumirlo hasta enero, si no hubiera salido vencedor.

"A partir de ahí no hay ningún otro compromiso ni político ni profesional", ha añadido Feijóo, quien ha insistido en que "no hay mayor honor" que ser presidente autonómico. "Satisfacción, responsabilidad y legítima preocupación por el futuro del país", han sido las palabras elegidas por Touriño para describir lo que vivió, mientras Laxe ha rememorado una "responsabilidad total y absoluta".

A renglón seguido, los tres han defendido las bases del Estado autonómico. Laxe ha subrayado que, aunque se trata de un proceso "de continua dialéctica y negociación", el modelo "funciona". También Touriño ha destacado el modelo de "convivencia" que nació fruto del acuerdo en 1978.

"Lo que hicieron los que estuvieron antes que nosotros hicieron posible un milagro económico, político, democrático, de descentralización... No existe, creo, en tan poco tiempo, un estado occidental con estas cuotas de descentralización política e administrativa como la de España", ha puesto en valor, por su parte, Feijóo.

En todo caso, el actual titular de la Xunta ha coincidido en que el sistema político y administrativo español, como el resto de modelos europeos es susceptible de "mejorar" y no se ha cerrado a ello. De hecho, ha proclamado que él cree en el "reformismo", pero ha puesto el foco en el detalle: la necesidad de cambiar una ley electoral, "fruto de la Transición y del pacto con los nacionalistas, que los nacionalistas no cumplen".

Ha circunscrito, además, cualquier cambio en el modelo español ligado al contexto y la evolución de la Unión Europea. Todos los presidentes coincidieron en este punto, que el de Os Peares, si cabe, destacó con mayor intensidad.

DEBATE COMPETENCIAL Y COGOBERNANZA

Más lejos en la percepción de que es preciso "actualizar" el global del sistema han ido Laxe y Touriño. De hecho, el que fuera presidente entre 2005 y 2009 -en coalición con el BNG- ha señalado que "llegará el día" en el que habrá que ser "capaces de mejorar y perfeccionar" la Constitución "no para deconstruir, sino para fortalecer la herencia" del 78 y el propio Estatuto de Autonomía. Eso sí, ve clave el consenso y ha apuntado que el contexto político actual no parece óptimo.

Touriño ha matizado que no se trata de dar amparo "a las salidas independentistas" sino de lograr concitar el acuerdo y representar el sentir de la "mayoría social" de los españoles. En este punto, ha insistido en que tiene "el sueño y la aspiración" de que esto pueda lograrse y también se ha abierto a "perfeccionar el reconocimiento político nacional de las comunidades" siempre que eso no se traduzca en un trato "asimétrico" en cuestión de derechos entre los ciudadanos.

Además, Touriño ha abogado por "profundizar en la federalización del Estado autonómico" y por una delimitación "más precisa del mapa competencial". Y Feijóo se ha preguntado si Galicia necesita más competencias, antes de concluir: "Si son más eficientes, sería bueno finalizarlas, pero con una actualización de la legislación básica y un parámetro de cogobernanza protocolizado".