El levante refresca la temperatura, pero a los pocos días acerca las medusas a las playas malagueñas. Durante la semana pasada, la predominancia de este viento con origen en el este ha incrementado las lesiones en los bañistas por el contacto con estos animales acuáticos irritantes.

En Málaga capital, se registraron más de un centenar de afectados en cada jornada de la semana pasada, aunque el número de casos es similar al del año pasado, según el Área de Medio Ambiente. En Benalmádena hubo entre 200 y 300 afectados el lunes, aunque desde entonces los casos no superan los 40 diarios, informó ayer Protección Civil a 20 minutos.

Rincón de la Victoria y Torremolinos también sufrieron la visita de las medusas durante tres días de la semana pasada. La nueva orientación del viento ha hecho disminuir radicalmente la presencia de estos animales, según Protección Civil.

En Marbella se han atendido 50 casos de picaduras desde el 13 de junio, frente a los 470 que se habían producido el año pasado en el mismo periodo.

Avistamientos

El Ministerio de Medio Ambiente asegura que en lo que llevamos de verano se han divisado tres enjambres de medusas próximos a las costas de la provincia: a unos 20 metros de la playa en Cantarriján (casi en el límite con Granada), a un km de la costa frente a Maro (Nerja) y a un km en Almayate (Vélez-Málaga).

Clubes de buceo, pescadores y particulares constituyen una red de observadores voluntarios que avisan al Ministerio si detectan bancos de medusas.

Únicamente se interviene si el enjambre tiene tanto tamaño y densidad como para suponer un peligro grave para los bañistas. En ese caso, unos barcos intentan capturar a los animales. Por ahora no se ha activado este protocolo en la provincia de Málaga, detalla el Ministerio.