Más de 200 enfermeras y miembros del Comité de Empresa del Hospital General Universitario Gregorio Marañón se manifestaron este jueves a las puertas del centro para pedir la dimisión del gerente, Antonio Barba, por no rectificar públicamente las declaraciones en las que calificaba de "error terrorífico" la actuación de la enfermera que causó la muerte del pequeño Rayán. La concentración, organizada por el sindicato de enfermería SATSE, estaba convocada en todos los centros hospitalarios de España con el fin de

El comunicado leído por los manifestantes exigió además al Ministerio de Sanidad el impulso de un plan para la adecuación de las plantillas de enfermería del Sistema Nacional de Salud que acabe con la rotación forzosa e indiscriminada de profesionales entre diferentes unidades, el desarrollo de protocolos de acogida y tutelaje de los nuevos profesionales, el freno al abuso de la polivalencia de la enfermería, la introducción de protocolos de trabajo y de seguridad, y la elaboración de un plan de mejora de las condiciones laborales.

Además, SATSE acusó a la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, de "no realizar ninguna declaración formal que sitúe la realidad de los hechos y transmita su apoyo a la profesional afectada y a toda el colectivo de enfermeros".

La delegada de SATSE en el Gregorio Marañón, Pilar San Martín, expresó su "descontento" con el informe emitido por la Dirección General de Inspección de la Consejería de Sanidad, puesto que, a su juicio, "cuenta lo que sucedió, pero no busca los motivos reales del incidente".