Los cuatro bomberos fallecidos el martes en el incendio en Horta de Sant Joan (Tarragona), pertenecientes a la unidad de alto riesgo del Grupo de Investigación de Actividades Forestales (GRAF) de Lleida, son vecinos de esta ciudad catalana, de Mollerussa, Tremp y la Pobla de Segur, según fuentes de los cuatro ayuntamientos.

Las banderas de los edificios del Ayuntamiento de Lleida ondean a media asta en señal de duelo por el vecino de Lleida, David Duaigües., de unos 35 años y natural de Almatret. El Ayuntamiento de su pueblo ha celebrado un pleno y ha declarado tres días de luto. Por su parte, el alcalde de Lleida, Àngel Ros, y toda la corporación municipal manifestaron su pésame por la muerte de los cuatro profesionales.

El bombero vecino de Mollerussa, Ramon Espinet, de 47 años, contaba con veinte años de experiencia. Estaba casado y era padre de un niño de 15 meses. El ayuntamiento ha declarado un día de luto oficial y el de Palau d'Anglesola, del que es natural, tres días. La alcaldesa de este municipio ha explicado que hace una semanas Ramon le dijo que se estaba planteando dejar la unidad de alto riesgo debido a su paternidad.

El bombero vecino de Tremp, Jaume Arpa, de unos 40 años, estaba a punto de ser padre. Su pareja está embarazada de seis meses. El Ayuntamiento de Tremp ha convocado un minuto de silencio y tres días de luto.

Su compañero de La Pobla de Segur, Jordi Moré, tenía 40 años y dos hijos gemelos de dos años. El Ayuntamiento de la Pobla ha decretado tres días de luto por la muerte de los cuatro bomberos.

Dos de los fallecidos, el de Pobla y el de Tremp, y uno de los heridos graves, de la Pobla, son de la misma comarca, el Pallars Jussà, en la que, por tradición hay muchos bomberos y en algunas familias, varios.

Las familias, "destrozadas"

El delegado del Govern en las Terres de l'Ebre, Lluís Salvadó, ha manifestado que las familias están "destrozadas". Salvadó, que vela por el apoyo a los familiares, alojados en el Hotel Corona de Aragón de Tortosa (Tarragona), ha explicado que a primera hora, cuando llegaron, los parientes recibieron asistencia psicológica y una profesional les acompaña durante el día.

Los familiares que han acudido hasta Tortosa son en algunos casos muy próximos, como las parejas o los padres de las víctimas. Durante la mañana se han realizado las identificaciones de los cuerpos. Salvadó destacó la alta preparación y profesionalidad de las víctimas. "Si murieron es porqué estaban en primera línea de fuego y han pagado con su vida la defensa del territorio", señaló.

En el hotel se alojan cerca de 40 familiares, que esperan que les den la autorización para poder trasladar a los fallecidos a los respectivos municipios para celebrar los funerales. Todos ellos permanecen en sus habitaciones, en la intimidad, siguiendo la recomendación de los psicólogos. A lo largo de la mañana, las personalidades que acudieron al hotel expresaron su pésame a un representante de las familias.

Otros dos bomberos se encuentran ingresados en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona. Uno en estado muy crítico y otro estable dentro de la gravedad. La Generalitat catalana ha decretado un día de duelo y ha suspendido la reunión sobre financiación. Más de 500 bomberos y 100 militares siguen trabajando en las tareas de extinción del peor incendio del verano.