Cuando ya hace casi seis meses de que el Ayuntamiento de Barcelona anunció una suspensión de licencias de un año para las 'dark kitchens' o cocinas fantasma con el fin de regularlas, los vecinos afectados por su construcción han urgido este lunes a prohibirlas en zonas residenciales.

Lo han reclamado las representantes de las plataformas contra estas macrococinas en Sant Martí y les Corts, Verónica Soto y Lydia Leiva respectivamente, que han pedido, además, que se les informe acerca de cómo evolucionan los trabajos para elaborar la nueva normativa. Fuentes del Consistorio, han asegurado, sin embargo, que se ha informado a los vecinos a través de varias reuniones.

A la reivindicación vecinal se ha sumado el grupo municipal de ERC, que ha mostrado su preocupación ante la posibilidad de que las 'dark kitchens' se acaben permitiendo en zonas residenciales por la influencia del grupo socialista, socio de BComú en el gobierno municipal. “Estamos ante una barra libre de este tipo de negocios y creemos que el PSC impone su posición, como pasa con otros temas como el de las terrazas”, ha afirmado la concejala y portavoz adjunta de Esquerra Elisenda Alamany.

Tanto Soto como Leiva se han quejado de que, pese a la suspensión de licencias, en agosto los vecinos tuvieron que frenar la instalación de fibra óptica en las cocinas fantasma que se empezaron a construir antes de la medida en Sant Martí y Les Corts. "Es un sinvivir estar pendiente cada vez que llega un camión o una grúa", ha apuntado Soto. 

Sin embargo, el consistorio, cuando anunció la suspensión de permisos en marzo, ya informó de que los trabajos en Sant Martí podrían continuar, aunque no se les daría licencia de actividad. Los de Les Corts, que estaban parados porque no disponían de una licencia de obras mayores, deberían seguir así.

"No pararemos hasta que el Ayuntamiento confirme que este tipo de negocio no se va a construir en Sant Martí", ha asegurado Soto.

"No queremos cocinas fantasma en barrios residenciales ni 'riders' las 24 horas del día", ha dicho, por su parte, Leiva. También ha señalado que en Les Corts ya tienen "bastante" con el campo del Barça y que han recogido 1.200 firmas para pedir que se derribe la parte de la macrococina ya construida. 

Alamany ha denunciado que las cocinas fantasma provocan ruidos, malos olores o ocupación de la vía pública, y ha dicho: “No creemos en los proyectos de macrococinas ni son nuestro modelo. Nosotros creemos en el modelo que defiende el comercio de proximidad, que pone el bienestar y la tranquilidad de la ciudadanía en el centro”, ha añadido.

La reacción del gobierno municipal

Fuentes municipales han asegurado que "tanto desde el Distrito de Les Corts como desde el de Sant Martí se está en contacto con los vecinos y vecinas y se han hecho varias reuniones a lo largo de los últimos meses para atender sus demandas y consultas, compartir el trabajo que se está haciendo en la ciudad para regular esta nueva actividad y hacer seguimiento de los casos particulares de cada territorio". 

En Les Corts, han dicho, el último encuentro "se celebró la semana pasada mismo" y "también se ha tratado el asunto y se ha dado información en las audiencias públicas de los dos distritos, que cuentan con participación vecinal".

Las mismas fuentes han apuntado, por otro lado, que "el gobierno municipal continúa trabajando en la regulación que definirá las condiciones y requisitos de implantación de la actividad". 

"Se mantienen la suspensión de licencias que no permite la apertura establecimientos de platos preparados con obrador y cocinas industriales sin degustación, y el plan de choque con inspecciones constantes para garantizar que se cumplen las regulaciones vigentes", han añadido.