En su último informe señala que la actividad sísmica continúa migrando ligeramente hacia el noroeste, a profundidades de alrededor de los 8 kilómetros, registrándose además hasta 20 terremotos de poca profundidad, entre 1 y 3 kilómetros.

Debido a esta actividad, la deformación máxima acumulada alcanza unos 6 centímetros.

Estos desplazamientos se han observado tanto con la red GNSS de la isla como a través de datos InSAR (Sentinel-1).

Por otra parte, la tendencia al este observada en días anteriores en el inclinómetro de Cumbre Vieja parece haberse estabilizado, recoge el documento.

Por ahora, el comité científico del Pevolca ha decidido mantener el 'semáforo amarillo' de alerta volcánica dado que se prevé que los terremotos ganen en intensidad en las próximas fechas sin tener una certeza de que pueda desencadenarse una erupción a corto plazo.