La segunda edición reunirá a más de cien vinos en busca del título que los acredite como los mejores vinos atlánticos. Entre las novedades de esta cita, destaca la participación de vinos de bodegas de Burdeos, Canarias y Cantabria y la concesión, por primera vez, del premio al mejor vino espumoso de todo el arco atlántico.

Según la organización, los objetivos fundamentales son poner en valor a los vinos de corte atlántico y fomentar su diferenciación del resto de vinos del mercado. El concurso pretende promocionarlos, difundir las marcas ganadoras, y en definitiva, mejorar el conocimiento y contribuir a una mayor comercialización de los vinos de las regiones atlánticas. También pretende servir de estímulo para los elaboradores y fomentar una competitividad sana y que redunde en un mayor consumo de vino con Denominación de Origen.