El salvaje ataque de un megalodón hace millones de años, conservado en la dentadura de su víctima

Reconstrucción de la mandíbula del 'Otodus obliquus', antecesor del megalodón.
Reconstrucción de la mandíbula del 'Otodus obliquus', antecesor del megalodón.
WIKIPEDIA / JOANBANJO
Reconstrucción de la mandíbula del 'Otodus obliquus', antecesor del megalodón.

El salvaje ataque de un tiburón megalodón contra un cachalote hace millones de años ha sido documentado este mes por varios investigadores gracias al estudio de las marcas que presentaba un diente hallado en la mina de fosfato Nutrien Aurora de Carolina del Norte, recoge Science Alert.

El equipo estudió también la posibilidad de que el animal hubiera mordido el cadáver del cachalote, aunque esta hipótesis cobra poca fuerza dado que las muescas halladas en la pieza dental comienzan cerca de la mandíbula y la raíz del mismo, por lo que la opción que parece más probable es la del ataque.

Representación del ataque del tiburón megalodón al cachalote.
Representación del ataque del tiburón megalodón al cachalote.
Tim Scheirer / Acta Palaeontologica Polonica

Los surcos localizados en el diente podrían indicar que el tiburón se dirigía "a la cabeza con el objetivo de infligir una herida mortal", explica al mismo medio Stephen Godfrey, investigador principal del estudio. Además, es escasa la cantidad de carne que se encuentra en esta zona, por lo que las posibilidades de que mordiera al cuerpo sin vida de un cachalote son mínimas.

La pieza dental tiene una forma curvada con un tamaño de 11,6 centímetros, dos señales inequívocas que ha llevado a los investigadores a pensar que era de una especie de cachalote ya extinta con una dimensión aproximada de unos cuatro metros de largo.

En cuanto a su atacante, los expertos creen que podría tratarse de un Otodus megalodon o de su antecesor, un Otodus chubutensis, por el espacio existente entre las marcas, lo que indica que sus dientes estaban separados, ya que "ninguno de los otros tiburones fósiles" que vivieron en la mina "tiene dientes lo suficientemente grandes y dentados como para haber dejado estas marcas", asegura Godfrey.  

Respecto a la fecha del ataque, los investigadores lo han datado en la época del Neógeno, que tuvo lugar hace entre 23 y 2,5 millones de años, ya que se han analizado las distintas rocas halladas en el lugar. Sin embargo, las capas se han mezclado, lo que ha hecho imposible para los expertos determinar con exactitud el periodo al que perteneció.

El estudio subraya además que las muescas encontradas en el diente del cachalote son el primer hallazgo registrado de que el megalodón podía atacar a los cachalotes, aunque al mismo tiempo señalan que este tipo de tiburones "se cebaban con lo que querían, y ningún animal marino estaba a salvo".

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