En ese sentido, Taboada ha destacado que San Mateo tenía la singularidad de los chiringuitos, pero que ahora, con el cambio de modelo, "van a bailar al son de la canción de Canteli".
"Todos van a tener la misma música y van a ser todas iguales", ha señalado Taboada, que califica la situación como "un intento de homogeneizar las fiestas y acabar de manera sectaria con la singularidad, que deja en manos de Otea el 90% de todas las casetas".
"Están acabando con las fiestas populares, no hay conciertos al aire libre y se acaba con la participación ciudadana, cuando solo cuatro chiringuitos son para asociaciones", ha sentenciado.
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