El director general de Viñedos de Aldeanueva, Abel Torres, ha relatado, en declaraciones a Europa Press, cómo la recogida empezará este miércoles, 25 de agosto, una semana y un día más tarde que la campaña del año pasado, porque la vendimia viene "un poco más retrasada, en unas condiciones más normales de ciclo".

Será con la recogida de uva blanca, variedad tempranillo, con vendimia nocturna (de 6:00 a 10:00 de la mañana); y es que en blanco "el ciclo está prácticamente acabado" (no así en tinto, cuya recogida se aplazará al entorno del 6 de septiembre).

El grado alcohólico de la variedad tempranillo blanco en esta cooperativa ya alcanza los doce grados en varias parcelas a fecha de hoy y es el grado idóneo en las uvas blancas con el fin de obtener en los vinos la mayor fruta y frescura posible.

Se van a vendimiar las parcelas elegidas por el departamento técnico y se espera recoger este miércoles alrededor de 200.000 kilos de uva blanca.

Estas uvas se elaborarán en la bodega 'Fincas de azabache', bodega propiedad de la Cooperativa Viñedos de Aldeanueva y destinada a la elaboración de vinos Premium.

Torres ha explicado que la calidad de la uva en campo es "muy buena" y "sin ningún problema sanitario" porque no ha habido lluvia en los últimos días, "casi meses". La cosecha, eso sí, será "un poco más corta que el año pasado".

En cuanto al tinto, la calidad "la va a definir el mes de septiembre", dependiendo de si llueve y qué temperatura hace porque está, ahora mismo, "en el punto de maduración, que es el más importante del ciclo, cuando se generan los azúcares y la maduración fenólica, que es lo que va a aportar fruta y concentración".

De este modo, ahora mismo, la uva tinta está "en la fase crítica". Ahora mismo, se está cogiendo muestras y, a lo largo de esta semana y, sobre todo, de la semana del 30 se cogerán muchas más muestras para analizar graduación alcohólica y acidez.

La uva está bien hidratada, porque se ha estado usando riego artificial. A partir de ahora, lo ideal es que haya entre 25 y 28 grados por el día y por la noche "lo mas fresco posible para que haya los cambios de temperatura más bruscos posibles, para que así la piel de las uvas se endurezca y genere todo lo que tiene que generar para aportar fruta, intensidad, color y maduración".

También, que no haga "demasiado calor durante el día". En cuanto a la lluvia, lo mejor es que caiga poco, o nada. El "miedo" es que se produzca un tiempo "extremo" porque la lluvia, ahora "no es de dos días, se estabiliza y queda el fresco, ahora si llega es extrema".

"Casi preferimos que no llueva nada, y se recoja menos, que el que haya una lluvia fuerte y haya problemas sanitarios", ha indicado.

En cualquier caso, "las expectativas de calidad son muy buenas, esperando al mes de septiembre que será el que de la calidad final de la uva".