Los hechos se produjeron sobre las 11.55 horas del martes cuando el principal acusado conducía un Audi A3 por la rotonda de Luis Oliver de Oviedo, procedente de la Autovía AS-II, a gran velocidad y sin respetar el ceda el paso existente. Un vehículo camuflado del Cuerpo Nacional de Policía tuvo realizar una frenada brusca para evitar la colisión.

Ambos conductores, el acusado y el agente de la Policía, hicieron sonar el claxon, momento en que el copiloto, les hizo un gesto ("peineta") con la mano. El conductor siguió su marcha a gran velocidad, seguido por el vehículo policial, que puso en funcionamiento las señales luminosas.

A la altura de la estación de autobuses, el vehículo policial se puso a la altura del de los acusados, mostrando el agente su carnet profesional y su placa, e hizo al conductor indicaciones para que se detuviera. No obstante, el conductor hizo caso omiso y siguió su marcha hacia la Avenida de Santander, por el ramal que conduce a la estación de tren, momento en que el agente solicitó el apoyo de otros compañeros.

El acusado siguió su marcha, hizo amago de girar hacia la calle Uría pero rectificó en el último momento y se incorporó de nuevo a la Avenida de Santander, con maniobras bruscas y cambios de carril continuos para tratar de eludir la acción policial, y siguió a gran velocidad por la Avenida de Galicia y Fuertes Acevedo, donde aceleró de manera considerable. Finalmente pudo ser interceptado por otro vehículo policial en la confluencia de las calles Celestino Villamil y Alejandro Casona.

Se requirió a los acusados para que pararan el motor y se bajaran del vehículo, a lo que se negaron, por lo que los agentes tuvieron que abrir las puertas.