Antonia Castro, la conocida como "madre coraje", progenitora de Juan Holgado, asesinado en una gasolinera de Jerez de la Frontera (Cádiz) en 1995 en circunstancias no aclaradas, ha iniciado una huelga de hambre frente al Congreso de los Diputados para exigir la reapertura del caso de la muerte de su hijo.

Lleva así tres días, ingiriendo únicamente un "manchado" por la mañana y un zumo de naranja junto con una pastilla de hierro a mediodía, y así seguirá mientras no consiga que se reabra la investigación por la muerte de Holgado, un caso archivado después de dos juicios y dos sentencias absolutorias de los cuatro acusados del crimen, la última en 2003.

Pero ella insiste y afronta su segunda huelga de hambre porque está convencida de que los cuatro están relacionados con la muerte de Juan, al que mataron de una treintena de puñaladas en la gasolinera donde trabajaba, haciendo el turno de noche que le había cambiado un compañero.

Reapertura del caso

Cree que ese cambio de turno no fue casual y que también hay otras pruebas, como unos restos de sangre aún no identificados, que posibilitarían la reapertura del procedimiento. Y todo esto se lo va a contará este miércoles a un representante del grupo socialista, que la recibirá a ella y a su hija María del Mar.

Lo tiene claro, Antonia no descansará mientras no se le quite a su hijo la etiqueta de "archivado". Lleva dentro el mismo coraje de su marido, que llegó a infiltrarse en los bajos fondos de Jerez de la Frontera para localizar a los asesinos del joven.

Una pancarta grande con una foto de Juan y en la que se lee "Huelga de hambre", situada en una esquina de la plaza de las Cortes, da la bienvenida al provisional hogar de esta "madre coraje", que ha instalado sus pertenencias en un banco de la plaza, decidida a que no quede sin castigo el crimen de su hijo.

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