Los peatones lo tendrán más fácil a partir de ahora para encontrar un banco en buenas condiciones donde sentarse y descansar. El Ayuntamiento de Zaragoza va a cambiar algo más de medio millar de bancos viejos por otros totalmente renovados, más ergonómicos y preparados ya de fábrica para soportar mejor el vandalismo, muy habitual en determinadas zonas verdes y de la ribera del Ebro.

Los nuevos asientos se repartirán por toda la ciudad, aunque se dará prioridad a las zonas con más solicitudes vecinales y a las que tienen los bancos más viejos y en peor estado. Por ahora se ha empezado ya a trabajar en el paseo central de Sagasta, donde los bancos estaban muy dañados y en muchos casos rotos y casi inservibles. Los operarios municipales están también instalando los nuevos elementos de mobiliario urbano en Santa Isabel, el parque de Montañana, Delicias, Universidad y San José.

Todos ellos forman parte de una primera fase que se acometerá durante los meses de verano y a la que seguirá otra que podría demorarse, sin embargo, varios meses, debido a las obras del plan de inversión estatal, según confirmaron fuentes municipales.

Los nuevos bancos son más altos que los viejos, tienen un estilo más modernista, están formados por más maderos mejor adaptados a la zona lumbar (lo que los hace más cómodos que los viejos, que sólo tenían el asiento y el respaldo vertical) y están preparados para soportar mejor el vandalismo. Son más fáciles de limpiar y los materiales que se han utilizado en su fabricación aseguran un mantenimiento más barato y sencillo.

El Ayuntamiento ha destinado una partida de 90.300 euros a la compra de los nuevos 503 bancos que se están colocando ya por toda la ciudad. Cada asiento tiene un coste de algo más de 179 euros, con el IVA incluido. En el casco histórico se colocarán unos asientos diferentes, con un estilo "más romántico" y adaptado a esta zona de la ciudad, según confirmaron fuentes municipales.

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