En este sentido, se establece que el Ayuntamiento realizará el proyecto, licitará la obra y la asistencia técnica, y, además, asumirá los costes derivados de la operación. Por su parte, el Consorcio se encargará de revisar el proyecto y ejercerá como asesor en la elaboración de pliegos técnicos e informes a las ofertas presentadas, tanto en lo que respecta a la licitación de la obra, como a la asistencia técnica que implica, sin obligación económica derivada del convenio.
Los depósitos de inundación de Zorrotzaurre tienen como misión principal evitar inundaciones de calzada y afecciones a la red de pluviales en episodios de mareas altas, minimizando de esta forma los bombeos.
Los dos depósitos que se incluyen en este proyecto se ubicarán en dos parcelas de propiedad municipal en Ribera de Deusto, próximos a los edificios de Artiach y Papelera, respectivamente. El presupuesto estimativo en base al primer proyecto asciende a 7.964.501,28 euros (IVA incluido).
ANTECEDENTES
Según ha recordado el Ayuntamiento bilbaíno, el 29 de noviembre de 2012 se aprobó definitivamente el Plan Especial de Ordenación Urbana de Zorrotzaurre. En ejecución del planeamiento, la Junta de Concertación presentó para su tramitación en el Ayuntamiento el preceptivo Proyecto de Urbanización.
Tras su estudio y análisis, la entonces Área de Obras, Servicios, Rehabilitación Urbana y Espacio Público, informó favorablemente, si bien, se planteó la necesidad de ejecutar una serie de obras que excedían las inicialmente previstas y que serían costeadas por el Ayuntamiento. En concreto, se señalaba a aquellas obras que respondían a los objetivos de fortalecer la prevención de la inundabilidad de la isla.
Por tanto, ya en el Anexo 22 del Proyecto de Urbanización de la Unidad de Ejecución 1 de Zorrotzaurre, en el que se analiza la inundabilidad del conjunto de la isla, se plantea la ejecución de estos depósitos de inundación para poder evacuar las aguas en momentos de lluvias intensas cuando coindicen con episodios de mareas vivas, ya que otro tipo de soluciones, tales como la elevación de la cota de la urbanización, quedaban descartadas porque prácticamente todas las edificaciones e infraestructuras existentes en este entorno se mantienen.
En consecuencia, para dar una solución a esta problemática, se plantea una infraestructura capaz de resolver el problema de la zona que se consolida, mediante la ejecución de un tanque capaz de retener las aguas de lluvia recogidas en la red de pluviales mientras dura el episodio de la máxima marea alta, y proceder a continuación a su vaciado, evitando el conflicto de desagüe.
Estos depósitos tienen también la funcionalidad de retener los residuos que provienen del arrastre y de las primeras aguas de lluvia, que suelen tener una carga de contaminación importante por el lavado de las partículas generadas por el tráfico de vehículos, que se acumulan en la calzada.
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