Denuncian que las obras del nuevo vial de Cabueñes derribarán sus casas sin orden previa de desalojo. «Ayer por la mañana me levanté de la cama y unos obreros me dieron los buenos días desde una excavadora, a tres metros de distancia». Tal como cuenta Maite Álvarez, la vida de su familia y la de la que vive junto a ellos ha dado un vuelco desde que comenzaron las obras del nuevo vial de Cabueñes (conocido como avenida de la Pecuaria). Sus casas están «en una trinchera», en mitad de donde levantarán la rotonda de esta carretera y desde hace días se ven acosados por los obreros, camiones y grúas, que avanzan en dirección a sus hogares.

José Antonio Rodríguez y José Antonio Cachero (ambos trabajadores del Serida, dependiente de la Consejería de Medio Rural) y sus familias llevan desde 1995 residiendo en dos casas de planta baja en el entorno de la Pecuaria. Les permiten vivir ahí como parte de su salario. «El problema es que el Principado cedió estos terrenos al Ayuntamiento de Gijón para construir aquí el vial y según ellos no les consta ni que dos familias vivamos aquí, ni que siquiera que existan estas viviendas», denuncia Maite.

Ambas familias aseguran que no se niegan a que se construya la avenida, pero no se irán de allí hasta que no les indemnicen.

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