"Angustia e impotencia", la revuelta en Irán vivida desde el exilio

Dos jóvenes iraníes hacen el signo de la victoria durante una manifestación de seguidores del candidato reformista Musavi.
Dos jóvenes iraníes hacen el signo de la victoria durante una manifestación de seguidores del candidato reformista Musavi.
EFE
Dos jóvenes iraníes hacen el signo de la victoria durante una manifestación de seguidores del candidato reformista Musavi.

"El pueblo quiere la libertad y la democracia, ¿es pedir tanto?". Es la pregunta que Arash, un hombre iraní que llegó a España como refugiado hace 28 años, se repite desde que su pueblo comenzase a salir a la calle hace diez días para protestar por los resultados electorales, que dieron una contundente victoria al ultraconservador Mahmud Ahmadineyad.

Es una angustia enorme y una situación de impotencia

Emocionado, Arash cuenta a 20minutos.es cómo está viviendo la revuelta en su país, donde este mismo lunes el Consejo de Guardianes admitió que hubo irregularidades en los comicios del pasado 12 de junio. "Es una angustia enorme y una situación de impotencia", afirmó Arash, que tiene 42 años y actualmente está en paro.

En estos diez días se han producido multitud de manifestaciones y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad que han dejado una veintena de muertos, entre los que se encuentra Neda, una joven cuya muerte por un disparo fue grabada y difundida por Internet.

Arash intentó explicar cómo se siente ahora su pueblo recordando cómo actuaron los españoles cuando Miguel Ángel Blanco fue asesinado por ETA en 1997 tras dos días de secuestro. El pueblo español "quería hacer algo, no podía, se echó a las calles y dijo basta". "Es lo que estamos intentando nosotros", apuntó.

No a un gobierno dictador

El ex refugiado iraní -obtuvo su pasaporte hace doce años, pero aún así no le permiten ir a Irán- resaltó que "no queremos un gobierno dictador que apoya el terrorismo y que no sólo pone en peligro a mi pueblo, sino al mundo" y afirmó que para protestar se servirán de las manifestaciones (este martes tendrá lugar una a las 19.00 horas frente a la Embajada de Irán en Madrid) y de las redes sociales, pero no de la violencia.

El país está siendo aislado por el Gobierno

Arash tiene familia y amigos en Irán, pero le cuesta mucho contactar con ellos porque "el país está siendo aislado por el Gobierno". "Prácticamente estoy llamando todos los días a mi familia. El teléfono no funciona, a veces de madrugada lo consigues, pero se corta".

Tanto él como otros compatriotas se enteran de lo que ocurre "por las veces que conseguimos hablar, mensajes y vídeos que nos envían" y afirma que "a los heridos les están llevando a hospitales militares donde les torturan".

"Las manos del dictador son muy largas", señaló Arash, quien concluyó que Ahmadineyad debe ser frenado y "no sólo por el bien del pueblo, sino por el bien del mundo".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento