La nueva ordenanza municipal contra el alcoholismo evitará la concentración de bares en una misma zona tras cambiar el espacio mínimo obligatorio que tiene que haber entre uno y otro. La nueva normativa obliga a que haya 25 metros como mínimo entre los puntos más cercanos de cada local, mientras que la anterior fijaba esta distancia entre las puertas, muy fáciles de modificar.

El cambio no afectará a los locales que ya están abiertos ni a las zonas de copas que ya están creadas ya que la normativa no tiene  ningún efecto retroactivo. La medida se toma para luchar contra el consumo de alcohol y también contra el ruido.

Ésta es una de las principales novedades de una norma que no se revisaba desde 1997 y que prevé también un aumento de las sanciones para aquellos establecimientos que vendan alcohol a menores.

En concreto, contempla  el cierre o la suspensión de la actividad del local durante un máximo de cinco años si se reincide en alguna de las actividades que prohibe como la promoción de bebidas alcohólicas, su publicidad directa, la venta de alcohol en lugares no permitidos e incluso en la calle, entre otros. Todas ellas son consideradas como faltas graves, igual que permitir el consumo a los que tengan menos de 18 años.

Desde que esta normativa se apruebe en el próximo pleno, que se celebra el  primer martes de mes, las sanciones leves pasarán a tener multas de 30 a 600 euros en lugar del máximo de 300 euros que se contempla en la actualidad.

En las de grado medio se pasa de 600 a 10.000 euros de multa en lugar de la horquilla actual, fijada entre 300 y 3.000 euros.

Por último, se incluye un punto en el que no se permite «la existencia de mostradores, ventanas o huecos que hagan posible el despacho directo de bebidas y comidas a personas situadas en las vías públicas».

«Habrá que revisarla»

El PSOE municipal ve todos estos cambios como algo «necesario» porque hay una ley regional superior. A pesar de todo, reconocen que revisarán todos los puntos, principalmente las sanciones, para comprobar que lo que se persigue es luchar contra el alcoholismo y no ningún otro objetivo. Afirman que hay que sancionar al que vende y al que consume.

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