Uno de cada cuatro hombres en Sudáfrica reconoce haber cometido

una violación y la mayoría de ellos admiten haber atacado a

más de una víctima. El dato ha sido difundido este jueves por un estudio del Consejo de Investigación Médica sudafricano.

El informe señala que estas

prácticas son

comunes porque son consideradas como una forma de crear vínculos afectivos masculinos. El estudio, para el que se entrevistó a 1.738 hombres en las provincias de KwaZulu Natal y Cabo Este, indica que el 73% de los hombres afirmaron haber realizado su primer ataque antes de cumplir los 20 años. Tres de cada cuatro hombres asaltaron a su primera víctima cuando estaban en la

adolescencia.

Casi la mitad de los que admitieron haber llevado a cabo

una violación, señalaron que lo hicieron en más de una ocasión. Además, uno de cada 20 hombres dijeron que habían violado a una mujer o adolescente

durante el año pasado.

La coautora del estudio, Rachel Jewkes, declaró que los

descubrimientos son "muy impactantes". "El imperativo absoluto es que tenemos que cambiar las actitudes sociales que han creado una norma que dice que obligar a la mujer a tener relaciones sexuales es aceptable", manifestó.

"Sabemos que tenemos una

prevalencia más alta de violaciones en Sudáfrica que en otros países, y está en parte arraigado en nuestro pasado y en la forma en la que los hombres de Sudáfrica han sido socializados desde hace siglos en las formas de masculinidad que se basan en la idea de ser fuertes y duros y en el uso de la fuerza para hacer valer su dominio y control sobre las mujeres, así como sobre otros hombres", añadió.

Jewkes también dijo que la encuesta se refería a

violaciones sobre mujeres, aunque a los encuestados también se les preguntó por las violaciones masculinas. El estudio reveló que uno de cada diez hombres declaró haber sido

violado por otro hombre, mientras que el 3% de los hombres indicaron que habían obligado a mantener relaciones sexuales a un hombre o a un chico.

El Gobierno de Sudáfrica ha sido

criticado por no tratar la epidemia de violaciones del país. Antes de su elección como presidente de Sudáfrica,

Jacob Zuma, tuvo que comparecer ante un tribunal por

violar a un amigo de la familia, aunque fue absuelto.