El sindicato CSIF ha anunciado este martes que ha borrado el grafiti de la furgoneta en llamas de la Guardia Urbana de Barcelona, situado en el pasaje de la Canadenca de Sants, "ante la inacción" del Ayuntamiento. En su lugar hay ahora dos pancartas que piden la dimisión de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y del teniente de alcaldía de Seguridad, Albert Batlle.
El sindicato envió el lunes una carta en la que pedían al consistorio que los servicios de limpieza borrasen el mural en 24 horas y en la que criticaban que hacía ocho días que el grafiti estaba allí y que el Ayuntamiento no había hecho nada al respecto.
El sindicato afirmó que la pintada, que recordaba lo que pasó en la Rambla en los disturbios contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel, generaba "un enorme malestar" entre la plantilla del cuerpo.
"El contenido de este grafiti atenta, claramente, contra la institución de la Guardia Urbana, denigra al cuerpo, incita al odio, banaliza la violencia, y se dan ideas futuras de cómo atentar contra la Policía", consideraron desde el sindicato.
En el comunicado donde explican que han borrado la pintada también critican que el jefe de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez, "navega en el silencio ante esta situación que le concierne directamente".
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