La Audiencia de Barcelona ha absuelto a una familia marroquí que estaba acusada de haber mantenido secuestrada a una hija para evitar que se fugara con su novio español, por considerar que no hay pruebas de los hechos, ya que la joven se negó a declarar contra sus padres y su hermano.

En la sentencia, la sección 21 de la Audiencia de Barcelona resuelve absolver a los padres y al hermano de Fátima B., para quienes la fiscalía solicitaba una condena de cinco años de prisión por un delito de detención ilegal.

En opinión del tribunal, no está acreditado que la joven marroquí fuera retenida en casa contra su voluntad porque la denunciante y única testigo de los hechos se acogió a su derecho a no declarar contra sus familiares.

La declaración ante el tribunal juzgador es la única que sirve como prueba efectiva para dictar sentencia, pero en este caso tampoco ha podido tenerse en cuenta la versión de la joven ante la policía o el juzgado de instrucción, que incriminaba a su familia, porque no se le advirtió de que tenía derecho a no testificar contra ella.

La Fiscalía, basándose en las declaraciones de la joven en la policía y el juzgado, sostenía que la familia de la joven se oponía a que mantuviera relaciones con un chico español y, a finales de 2006, la obligó a viajar a Marruecos para casarse con un primo en un matrimonio concertado.

Según defendía el ministerio público, a su regreso a Barcelona, los acusados mantuvieron varios días encerrada en su habitación a la chica, que avisó con su móvil de su presunto secuestro a un cliente del bar donde trabajaba y éste denunció el caso a la policía.