El Gobierno rompe la tendencia de rebaja fiscal con las subidas en tabaco y gasolinas

El tabaco y los carburantes, más caros por la subida fiscal.
El tabaco y los carburantes, más caros por la subida fiscal.
REUTERS / EFE
El tabaco y los carburantes, más caros por la subida fiscal.
El Gobierno sorprendió con una nueva medida en política económica en el Consejo de Ministros del pasado viernes: la aprobación de una subida de impuestos para el tabaco y los hidrocarburos.
No se trata de un incremento, si no de actualizaciones

En el caso del tabaco esta subida ya se ha concretado en el precio de las cajetillas: Marlboro y Fortuna pasarán a costar unos 35 céntimos más. Una subida mayor de la esperada por el Gobierno con el incremento de impuestos.

La subida que afecta a los hidrocarburos se fija en 2,9 céntimos de euro por litro de carburante.

La medida sorprende porque se rompe así la tendencia, seguida por los sucesivos gobiernos del PP y el PSOE, de bajar los impuestos. La moda la puso en marcha José María Aznar. La crisis económica actual parece que está rompiendo esquemas que se tenían como fijos, porque algunos analistas creen que éstas no serán las únicas subidas tributarias.

¿Qué busca el Gobierno?

La crisis económica no deja títere con cabeza y uno de los grandes problemas que afronta el Ejecutivo es el déficit público, que, según las últimas previsiones del Gobierno para 2009 podría llegar al 9,5% del PIB, lo que supondría 100.000 millones de euros. Con estas subidas de impuestos, las arcas públicas obtendrían 2.300 millones de euros adicionales, un buen balón de oxígeno.

¿Por qué el tabaco y la gasolina?

El Ejecutivo dice que el objetivo recaudatorio no es el único que se persigue. "Se incrementan los impuestos sobre el tabaco con el doble objetivo de proteger la salud y contribuir a la sostenibilidad de las cuentas públicas", explicaba María Teresa Fernández de la Vega el pasado viernes.

Esta declaración intentaba ofrecer un difícil equilibrio entre dos compromisos electorales del PSOE en las últimas elecciones generales: el de la "próxima legislatura seguiremos profundizando en la rebaja de los impuestos", que parecería incumplido, y el de "creemos que los impuestos pueden servir para potenciar la protección medioambiental".

Hay que tener en cuenta que, por ejemplo, con el tabaco no es la primera subida: en 2006 el Ejecutivo elevó la fiscalidad del tabaco para combatir la proliferación de marcas baratas.

¿Ha incumplido el Gobierno su compromiso?

Podría parecerlo, pero no tiene esa opinión todo el mundo. El ministro de Fomento, José Blanco, explicó el sábado, que lo aprobado en el último Consejo de Ministros "no es un incremento, si no una actualización, y se actualizan en el momento adecuado".

España es uno de los países europeos con menor presión fiscal y ese es uno de los argumentos que esgrime el Gobierno. En el caso de los hidrocarburos, se matan claramente dos pájaros de un tiro: nuestro país está obligado por la UE a subir la fiscalidad a estos productos antes de 2012. "No estamos haciendo otra cosa distinta de lo que están haciendo los países europeos", aseguró el sábado Miguel Sebastián, ministro de Industria.

España no será la única en estos incrementos tributarios: EE UU, Irlanda o Reino Unido ya han iniciado este tipo de políticas para afrontar la situación.

¿Es un giro a la derecha?

"Bajar los impuestos es de izquierdas" aseguró Zapatero en 2003. Por lo que podría interpretarse que la difícil coyuntura económica está obligando al presidente a girar hacia otros rumbos, a pesar de encontrar justificaciones en su programa.

También es motivo de debate que se hayan incrementado unos impuestos directos (que paga todo el mundo igual) en vez de unos indirectos (que se pagan según la renta de cada persona), que además era lo que había defendido el PSOE.

¿Qué opina la oposición?

El PP, como no podía ser de otra manera, se ha mostrado contrario a estos incrementos. El portavoz económico de los populares, Cristóbal Montoro, aseguró el viernes pasado que "los únicos brotes verdes son subidas de impuestos sobre gasolinas, gasóleos y tabaco, y muestran constantes luces rojas".

Por su parte, el presidente del partido, Mariano Rajoy, afirmaba en una entrevista concedida al diario El Mundo este domingo que el Gobierno "en vez de poner en marcha las reformas necesarias que todo el mundo estamos pidiendo vuelve a las viejas y fracasadas rebajas de subir los impuestos".

¿Qué se puede esperar?

En primer lugar, esta subida tributaria, unida a la revisión de las previsiones económicas realizadas por el Ejecutivo, parecen probar que la crisis económica está lejos de remitir. También ponen en cuestión los denominados brotes verdes citados por el Gobierno.

Igualmente, esta medida plantea dudas sobre su efecto. La recaudación a las arcas públicas es evidente, los efectos sanitarios y medioambientales pueden ser posibles, pero también pueden afectar negativamente al consumo en una coyuntura en la que no es lo deseable. Está, como ejemplo, la paradoja que supone aprobar importantes ayudas para comprar automóviles y, pocas semanas, después subir el precio de los hidrocarburos.

Algunos medios y analistas consideran que este es el primer paso de una serie de medidas en materia fiscal. A estos incrementos se uniría la desaparición parcial de la deducción por vivienda, la reducción de los gastos en los presupuestos para 2010 en un 4,5% (9.000 millones aproximadamente) y la posibilidad que estudia el gobierno de eliminar parcialmente la deducción de 400 euros y aplicarla únicamente a las rentas medias y bajas.

El Gobierno también se estaría planteando impuestos a altos cargos con contratos blindados o que cobren bonus, según informa la Cadena Ser.

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