La República Islámica de Irán es un régimen teocrático islámico desde que en 1979 cayera la monarquía del Sha Reza Pahlevi. Su legislación superior es la Sharia islámica. El país está controlado por un Líder Supremo (en la actualidad Jamenei ), que es el comandante en jefe del Ejército y el superior de los servicios de inteligencia y seguridad, entre otros muchos poderes. Bajo él, está el presidente del República, elegido por sufragio universal cada cuatro años. Esta cargo lo ocupa en la actualidad Mahmud Ahmadineyad.

Por cierto, los iraníes son en su mayoría persas de confesión chíita. Los árabes sólo suponen un 3% de la población.

Las elecciones son cada cuatro años y las urnas se colocan en lugares públicos como colegios y mezquitas. En 2009 se celebran el 12 de junio. En teoría, el horario para votar será de 8 horas de la mañana a 18 horas. Sin embargo, el Ministro del Interior tiene la potestad de alargar el horario cuanto considere hasta las 24 horas. Según fuentes oficiales iraníes consultadas por 20minutos.es, "el ministro podría hacerlo si considera que la gente necesita más tiempo para votar". Estas mismas fuentes apuntan a que lo tradicional en el país es "votar por las tardes, por lo que la gente se agolpa en los colegios y se puede necesitar más tiempo" del estipulado.

En Irán el sufragio es universal para los mayores de 18 años. El censo electoral oficial es de 48.200.000 personas.

Sí, en España hay 12.000 iraníes censados que podrán ejercer su derecho al voto desde la Embajada en Madrid (C/Jerez, 5) o la Casa Asia, en Barcelona.

Los iraníes votarán directamente al candidato que quieran que sea su presidente, no a un partido o a una opción política. En Irán los partidos políticos no son habituales y es un fenómeno relativamente reciente. Allí se presentan candidatos, apoyados por grupos de presión.

En el registro para estas elecciones se registraron unos 500 candidatos, aunque el Consejo de Guardianes filtró qué candidatos podían presentarse. Los candidatos finales son cuatro. Los favoritos son el actual presidente Mahmud Admadineyad (conservador y populista) y Mir Hussein Musavi (se le considera reformista moderado a pesar de tener un mensaje algo ambiguo, recibe apoyos de reformistas y conservadores moderados). Completan el cuarteto el reformista Mahdi Karroubi y el conservador Mohsen Rezaee, que por cierto, es requerido por la Interpol por su supuesta implicación en el atentado contra la AMIA en Argentina.

Los cuatro candidatos, reformistas y conservadores, pertenecen a la vieja guardia política de la Revolución Islámica.

Para ganar la presidencia tendrán que conseguir el 50% de los votos más uno. Los resultados se conocerán, con casi total seguridad, el sábado, un día después de los comicios, por la tarde. De no conseguir ningún candidato ese resultado, se produciría una semana después una segunda vuelta entre los dos más votados. En ella, se alzaría como vencedor el que más votos obtuviera.

La máxima protagonista de la campaña, al menos a ojos occidentales, ha sido Zahra Rahnavard, la mujer de Musavi. Esta mujer de 64 años ha decidido abandonar el papel secundario de la mujer en la política del país y se ha lanzado, junto a su marido, a hacer campaña por todo el país con una imagen más moderna de lo habitual. Su objetivo es conseguir el voto joven y el femenino. Y parece que lo está consiguiendo, las encuestas sitúan muy empatados a Musavi y Ahmadineyad y la clave podría estar en Zahra.

El nuevo presidente ocupará oficialmente la presidencia de la República Islámica el 23 o 24 de agosto.

Los principales serán retos serán en economía y política exterior. Algunos de los candidatos no están de acuerdo con las muestras anti estadounidenses y anti israelíes del presidente Ahmadineyad y que muchos piensan que aislan al país en la esfera internacional. Una clave podría ser el programa nuclear iraní, sobre el que, según algunos sectores cercanos a Musavi, este candidato estaría dispuesto a dialogar con la comunidad internacional.