La Compañía de Tranvías quiere evitar más actos vandálicos, como el cambio de agujas que provocó el pasado martes el descarrilamiento del convoy 32. El incidente se saldó con tres heridos leves. Pero como informó 20 minutos, la del martes no era la primera vez que se intentaba sabotear la línea del tranvía. Hasta el momento no se habían producido incidentes, y la Compañía restaba importancia a esta amenaza, según declaraba su gerente, José Prada. Aunque no se ha adelantado ninguna medida concreta, Tranvías anuncia que «en breve» aplicará medidas que aumenten «la seguridad de la línea». El tramo comprendido entre Puerta Real y la glorieta de Las Esclavas, en las inmediaciones de la Torre, concentrará las mayores atenciones contra los actos vandálicos.