Con motivo del accidente que provocó la inmovilización del barco, agentes de la Guardia Civil comprobaron en una inmersión los posibles daños de la nave, así como los provocados al fondo marino, según ha informado este lunes el Instituto armado.

Los efectivos también reconocieron la zona para asegurar que no se habían producido vertidos de combustible o de otro tipo de contaminantes.

Asimismo, los guardias civiles auxiliaron a los inspectores de Capitanía Marítima de Ibiza y Formentera en cuanto a notificaciones y trámites con la tripulación del barco para llevar a cabo el reflotamiento de la nave.