La Fiscalía pide 11 años y seis meses de prisión para un vecino de Martorelles (Barcelona) que tenía en su masía 50 armas, varias de ellas prohibidas, y unas 15.000 piezas de munición, pese a que sólo disponía de una licencia caducada de tiro al plato.

Julián P., acusado de los delitos de tenencia de armas, posesión de armas prohibidas y de depósito de armas, se ha acogido a su derecho a no declarar. Según mantiene provisionalmente la fiscalía, el procesado guardaba en su masía de Martorelles un arsenal que incluía todo tipo de pistolas, revólveres, fusiles, escopetas, bayonetas y silenciadores, entre ellas un subfusil de 9 milímetros Parabellum que está considerada un arma de guerra.

El arsenal contaba también con 10.000 cartuchos metálicos y 5.000 semimetálicos, lo que supera con creces los 200 cartuchos que la ley permite tener en depósito, añade el escrito de conclusiones de la Fiscalía.

Fue la esposa del procesado, de la que estaba en trámites de separación, la que en julio de 2005 denunció ante los Mossos d'Esquadra que casualmente había encontrado una gran cantidad de armas y municiones en su masía de Martorelles.

Según ha contado en el juicio la esposa del procesado, éste tenía en casa una armería de coleccionista y numerosas piezas a la vista, colgadas en los muros y hasta encima del televisor, pero, además, ella le encontró pistolas y fusiles debajo del colchón, entre los cojines del sofá y en un cesto del garaje que ella iba a usar para hacer tomate en conserva.