Una 'M-60 verde' para recorrer la Comunidad de Madrid sin pisar el asfalto

Una pareja pasea por el tramo de Arco Verde en la Dehesa Boyal de San Sebastián de los Reyes.
Una pareja pasea por el tramo de Arco Verde en la Dehesa Boyal de San Sebastián de los Reyes.
Jorge Paris
Una pareja pasea por el tramo de Arco Verde en la Dehesa Boyal de San Sebastián de los Reyes.
La Comunidad de Madrid ha empezado este año uno de los grandes proyectos medioambientales de la legislatura: el Arco Verde.

La Comunidad de Madrid es una tierra de contrastes. En apenas 8.000 km cuadrados alberga la ciudad más poblada del país (algo más de 3,2 millones de personas) y el mayor porcentaje (casi el 40%) de terreno protegido por la Red Natura 2000, con cuatro parques naturales. Territorio urbano y natural coexisten y se dan la mano y en el futuro inmediato estarán aun más cerca con iniciativas como Arco Verde. Este proyecto liderado por la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno autonómico comenzó a desarrollarse en 2020 y continuará, al menos, durante dos legislaturas.

Uno de sus objetivos es crear un gran corredor circular que conecte los parques regionales con los montes de utilidad pública y parques de interés que están en el área metropolitana de la capital y otras 24 localidades. Senderistas, ciclistas o corredores tendrán a disposición 200 km de senderos, caminos y vías pecuarias que les alejarán del asfalto y les permitirán adentrarse en la naturaleza. Pero Arco Verde es mucho más de lo que sería la quinra circunvalación de Madrid o la M-60: a todos esos espacios naturales se les quiere dotar de la mayor vida posible, tanto a nivel de flora como de fauna.

Plano del Proyecto Arco Verde, que se irá desarrollando a lo largo de los próximos años en Madrid.
Plano del Proyecto Arco Verde, que se irá desarrollando a lo largo de los próximos años en Madrid.
Henar de Pedro

Porque otro de los pilares fundamentales es recuperar la biodiversidad de la región a todos los niveles. El director general de Medio Ambiente de la Comunidad, Luis del Olmo, lo explica con un ejemplo: quiere aplicar el mismo esfuerzo que se ha invertido en recuperar la población de especies emblemáticas, como el oso pardo, el lince o el lobo, a otros estratos menos populares, pero igual de necesarios para el ecosistema.

Arco Verde quiere multiplicar los censos de insectos, anfibios y aves de todo tipo. Y lo hará interviniendo a todos los niveles en casi una treintena de áreas verdes. "Este proyecto no solo trata de conectar y facilitar el paseo de los madrileños por una estructura verde que dé sentido a nuestras ciudades, también recuperar el campo de la crisis de la biodiversidad que vivimos las sociedades avanzadas por el uso de pesticidas o por tratamientos duros en los márgenes de las carreteras y los yerbazales", asegura Del Olmo.

La Dehesa Boyal, en San Sebastián de los Reyes, es uno de los lugares en los que ya se actúa. En los últimos meses, se han hecho caminos balizados para evitar que se circule por cualquier lugar causando erosión en el terreno; se ha regenerado la cubierta vegetal, plantando árboles y arbustos autóctonos, como olmos, encinas o tilos;y se han colocado estructuras con troncos de árboles dañados por Filomena para que los insectos se refugien y multipliquen. Ellos serán el principal alimento de las aves que criarán en las cajas nido que se han colocado y de las ranas y sapos que habitarán en charcas y humedales que se quiere regenerar. Un círculo perfecto que se traducirá en más vida en el campo madrileño.

La primera fase de Arco Verde está en marcha con una inversión de unos 7 millones de euros. Se están plantando 150.000 árboles y arbustos y generando unas 15 áreas de biodiversidad. Pero esto es solo el principio: se pretende plantar más de 540.000 ejemplares y crear 25 hábitats. 

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