La restricción la establece un reglamento comunitario contra la sobrepesca que impone una reducción del 40% de las capturas en un margen de cinco años a contar desde el año 2020 hasta el año 2025, según ha señalado la Generalitat a través de un comunicado.

La consellera de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat, Teresa Jordà, se ha sumado a la protesta la tarde del jueves tras una reunión con el presidente de la Federación Nacional Catalana de Cofradías de Pescadores y Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de Roses (Girona), Antoni Abad, y varios patrones en la lonja de Roses.

El 70% de las embarcaciones de arrastre en el Mediterráneo corresponden a Catalunya y Valencia, por lo que la Generalitat de Catalunya y la Valenciana se han aliado con el sector para "defender un cambio del reglamento".

ESTABILIZAR LA POBLACIÓN DE PECES

Tanto administraciones como los pescadores "comparten el objetivo comunitario", que es hacer crecer y estabilizar la población de peces, aunque discrepan sobre los plazos.

El Govern, de acuerdo con los pescadores, defiende que la consecución de la meta quede fijada para el año 2030, apoyado en un estudio científico del Institut Català de Recerca per a la Governança del Marmar (Icatmar) que pone en duda la efectividad del reglamento europeo para la reducción de la sobrepesca.

En este sentido, Catalunya, Valencia y los pescadores, además de alargar el plazo hasta el año 2030, defienden medidas alternativas a la drástica reducción de las capturas, entre ellas la "creación de nuevas reservas marinas y reducir las capturas de peces pequeños".

Para conseguir los objetivos europeos contra la sobrepesca, este febrero, las cofradías de pescadores catalanas y sus federaciones han propuesto la protección de todas las especies capturadas con el arte de arrastre en 18 áreas del litoral catalán.