La defensa de los 13 universitarios juzgados por presuntos desórdenes y daños en una huelga estudiantil en marzo de 2017 -que se enfrentan a ocho años y medio de cárcel- ha pedido al tribunal retirar de la causa las imágenes que los Mossos d'Esquadra usaron para identificarles después de la protesta porque están "editados".

"Hay vídeos que están manifiestamente editados e incluso sugieren un orden cronológico de los actos que no está acreditado", ha señalado el abogado Xavier Monge, miembro del colectivo Alerta Solidària y uno de los cuatro letrados que defienden a los 13 acusados.

En la primera sesión del juicio en la sección 7 de la Audiencia de Barcelona, que continuará el viernes, han declarado como testigos los mossos que investigaron los hechos, y el instructor del atestado ha explicado que se basaron en imágenes que gravaron los policías y otras de medios de comunicación para identificar a las personas que durante la manifestación en el centro de Barcelona causaron daños en una entidad bancaria, un contenedor y una tienda Movistar.

Ha explicado que un grupo de manifestantes se cambiaron de ropa al principio de la protesta, cubriéndose con una sábana para ocultarse y vestirse completamente de negro y con la cara tapada para formar un 'black block'.

Los policías han contado al tribunal que en las imágenes se fijaron en rasgos como la altura, elementos de las zapatillas y el pintauñas de las personas que aparecían completamente cubiertas de negro, para compararlas con otros momentos en los que estaban cambiados de ropa y con la cara destapada, y así identificarles.

Identificados en redes sociales

Los mossos no identificaron a ninguno de los acusados durante la manifestación, y han explicado que supieron quiénes eran más tarde buscando en las redes sociales "personas que hubieran interactuado" con el sindicato estudiantil SEPC, que convocó la protesta, y comparando las caras.

A otros sí les habían identificado un año antes en una protesta también convocada por el SEPC en la Secretaría de Universidades: "Esa actuación, que fue gravada por la Brimo, sirvió también de base identificadora. Teníamos las caras, las identidades, era la misma reivindicación, misma plataforma", ha explicado un policía.

La Fiscalía, que los acusa de "alterar de forma grave la paz y tranquilidad ciudadana" y solicita también una multa de 5.400 euros para cada uno de ellos, sostiene además que iban con material pirotécnico, aunque los mossos solo han detallado que encontraron un carrito de supermercado abandonado con extintores, martillos y una bolsa de petardos dentro, pero sin que se sepa a quién pertenecía.