Cómo pasar de morena a rubia sin morir en el intento siguiendo unos simples consejos

Los rubios son los favoritos de muchas mujeres a la hora de cambiar de color.
Los rubios son los favoritos de muchas mujeres a la hora de cambiar de color.
PEXELS
Los rubios son los favoritos de muchas mujeres a la hora de cambiar de color.

Los rubios nos enamoran y a veces es casi imposible resistirse a ellos por su luz y frescura. No todos los rubios son iguales y no todos nos van a favorecer de igual manera. Por eso, el asesoramiento es fundamental para encontrar el rubio que mejor nos haga brillar. 

Sin embargo, en ocasiones debemos ser pacientes, sobre todo si nuestra elección es una tonalidad muy clara, ya que para conseguirlo necesitamos pasar por un proceso más largo si no queremos maltratar nuestro cabello.

A la hora de decantarnos por un tono u otro debemos saber cuál es el más indicado, dado que no todos nos sientan igual de bien. Por eso, un profesional puede indicarnos cuál es la tonalidad que hará resaltar mejor nuestra imagen, analizando la piel y el color de los ojos.

"Para escoger adecuadamente el tono hay que observar la tonalidad de la piel, así como si hay matices fríos o cálidos. También el color de los ojos, de hecho, algunos profesionales solo tienen en cuenta este aspecto, ya que es un color que no varía. Sin embargo, la piel puede cambiar según la estación. También es preciso tener en cuenta otros aspectos que hacen que la tonalidad escogida sea factible como el color de base, el estado de salud del pelo, la textura, etc", explica M.ª José Llata, de Peluquería Llata Carrera.

Ante cualquier cambio de color, por sutil que sea, es necesario realizar una prueba de color en un mechón que quede oculto para no llevarnos ningún susto y saber cómo va a reaccionar nuestro pelo. 

"La prueba de color es muy importante. Nos previene de posibles alergias y nos indica la posible reacción del pelo ante la coloración. Así se puede comprobar si será más o menos fácil decolorar y lograr el color deseado, aspectos que dependen también de la porosidad y la elasticidad. Se deja actuar entre 15 y 30 minutos y nos ayudará a evaluar qué nivel de aclarado soporta el cabello", afirma Rafael Bueno, de Rafael Bueno Peluqueros.

No todas las melenas son iguales, por eso los resultados son siempre únicos. Saber cómo es nuestro cabello, nos indicará las posibilidades que tenemos para conseguir el rubio perfecto para nosotras. 

"La textura natural puede afectar en la coloración. El pelo rizado puede ser más frágil, pero también aclararse más rápidamente. El cabello grueso es más fuerte, pero al mismo tiempo más resistente a cambiar de color, por lo que necesitará más tiempo. De igual modo, no reacciona igual una melena virgen que una tratada con color. Las cabelleras sin tratar cambian de tono de modo uniforme y mucho más rápido. Las que cuentan con un color previo pueden presentar diferentes tonos en cada una de las áreas de la melena", indica Felicitas Ordás, de Felicitas Hair.

No siempre podremos conseguir nuestro rubio soñado en una sola sesión. El color de base que tengamos, el estado de nuestra melena y el tono que deseamos puede obligarnos a hacerlo en varias sesiones. 

"Antes de empezar a trabajar, necesitamos saber la historia de ese pelo. Si no está en buenas condiciones y queremos decolorar es posible que la fibra se rompa, por lo que no sería recomendable. Lo ideal, si tenemos en mente aclarar nuestro color, es nutrir el pelo con un mes de anterioridad para reforzarlo, así como evitar aplicar calor, sobre todo, las planchas. Si tenemos un color previo, es preferible arrastrarlo con un tratamiento para eliminar los restos de pigmento. No hacerlo puede alterar el color", comenta Manuel Mon, de Manuel Mon Estilistas.

Los grandes cambios a veces se hacen esperar, sobre todo, si queremos asegurarnos el éxito. "El número de visitas al salón para conseguir el rubio que deseamos depende de cada persona, pero pueden ser hasta tres. Depende del tono de partida y del que queremos, más claro o más oscuro. En general, aclarar dos tonos de un castaño ya requiere decolorar y si, además, lo que deseamos es un platino entonces es necesario realizar un doble proceso de decoloración, lo que puede suponer unas 4 horas", explica Raquel Saiz, de Salón Blue by Raquel Saiz.

"También podemos hacerlo de forma progresiva, de un modo que respeta más el cabello y en el que nosotras nos vamos acostumbrando poco a poco al cambio. Unos reflejos como los balayage hará que el proceso sea más natural. Lo mismo sucede con la técnica ombré que focaliza el color en medios y puntas. Lo que conseguimos así es complementar piel y ojos de modo gradual sin comprometer tanto el cabello", propone la estilista.

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