La Policía Local de Zaragoza comenzará a utilizar a partir de hoy un nuevo sistema de detección de drogas entre los conductores, más fiable, rápido y eficaz que los métodos tradicionales. El nuevo test, que hasta ahora utilizaban sólo la Guardia Civil y los Mossos D´Esquadra en carretera, permitirá aumentar los controles en las calles, tanto por el día como por la noche.
Con el nuevo sistema, que parte de una patente alemana denominada Dräger Drug Check, el test se hace de una forma más rápida y eficaz. La Policía analiza la saliva del conductor con un aparato portátil que detecta anfetaminas, cannabis o cocaína, entre otras sustancias.
Conducir después de consumir estupefacientes puede conlleva multas de 600 euros, la pérdida de seis puntos del carné y la suspensión del derecho a conducir de uno a tres meses, incluso si el conductor se niega a someterse al control policial. Además, puede considerarse un delito y la apertura de un procedimiento penal, lo que acarrea penas de tres a seis meses de cárcel.
Cuando un conductor ha tomado drogas tiene alterados sus reflejos, su percepción de la realidad y su capacidad para conducir. En 2008, se tramitaron 25 delitos por esta causa, de los que once estuvieron implicados en accidentes.
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