Menos viviendas protegidas de las previstas, un plan de movilidad que no termina de arrancar y una política social y de impuestos que poco tiene que ver con lo prometido. Son las principales cuentas pendientes que acumula el equipo de Gobierno municipal de Zaragoza en el ecuador de la legislatura. «Viven de las rentas de la legislatura anterior y no tienen ideas nuevas», explica Juan Martín de CHA.

Una situación similar a la que vive el Gobierno aragonés. La comunidad sigue a la espera de una conexión transpirenaica de alta capacidad, de una ley de la montaña que proteja al Pirineo del urbanismo exacerbado y la deuda histórica con Madrid está lejos de resolverse. «El Gobierno está paralizado y desde la Expo no se ha iniciado casi ningún proyecto», se queja Eloy Suárez, del PP.

Gobierno municipal

VPO. Se prometió la construcción de 15.000 viviendas protegidas. De momento, hay licencia para 2.500.

Transporte. El Plan Intermodal de Transportes prevé construir 15 aparcamientos disuasorios y 44.000 plazas de párkings subterráneos públicos en diez años desde 2006. De momento, se está  construyendo uno subterráneo en las Fuentes.

Agua del Pirineo. Se esperaba que Zaragoza se abasteciese del agua de Yesa para la Expo. Ahora está previsto para este verano.

Impuestos. Belloch prometió que no los subiría. Una familia media de cuatro miembros puede llegar a pagar en torno a 565 euros anuales, frente a los 530 euros de 2008.

Gobierno autonómico.

Libre elección de médico y especialista. Sigue en el aire y aún se tiene que desarrollar.

Ley de la Dependencia. En estos momentos sólo llega a la mitad de los destinatarios.

Comunicación transpirenaica. Lleva años pendiente. La reunión de hace unas semanas del gobierno con Francia no ha aclarado nada.

Los bienes de La Franja. Continúa el litigio de los bienes eclesiásticos de Monzón que están en poder de la diócesis de Lleida.

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