Así se lo ha trasladado en la última reunión de negociación desde que el 30 de abril abrió el expediente de despido colectivo para poner en marcha la reorganización del instituto.

Los trabajadores denuncian en un comunicado que se quedará desprovisto del 90% de su personal y que en la práctica será el "cierre total" de la actividad y dinamismo de esta institución cultural y educativa de la Embajada de Francia en España.

Un cierre, a su juicio, totalmente injustificado y que "borra del mapa" de València, tercera ciudad de España en población, "la sustancia de una institución centenaria y arraigada a su gente, tan importante para las relaciones diplomáticas, comerciales y símbolo de la cultura francesa".

Según los cálculos de la plantilla, este despido tiene un coste para el gobierno francés casi igual al presupuesto anual del instituto, junto a un coste personal "elevadísimo" para todos los empleados, que "han trabajado durísimo por mantener la excelencia en contra de un sabotaje planificado de la dirección estos cuatro años".

"Ahora sabemos que tenía la intención clara de liquidar el Institut y seguramente hacer una operación especulativa con su edificio en pleno centro histórico. Con el cierre del IFV, Francia elige el camino de la cobardía, del 'repli sur soi'".

Es más, los profesionales afectados critican que la dirección proceda al cierre "sin especificar su futuro y la reubicación de las tres personas restantes en un lugar alquilado que aún no se conoce", además de recordar que el instituto se benefició de una subvención "millonaria" de la Generalitat.

"FERVOR POPULAR" EN CONTRA

Durante las dos últimas semanas, la petición lanzada en la plataforma Change.org para pedir el mantenimiento del Institut Français de València y de sus trabajadores ha recogido más de 9.500 firmas, un "fervor popular" que reafirma al equipo de la importancia de la institución y le anima a "seguir la lucha" para convencer al Ministerio francés de parar ya este "oscuro" proyecto de cierre y venta del edificio en plena Ciutat Vella.

Esta semana, los representantes del personal han podido hablar con el ministro de Exterior francés, Jean-Yves Le Drian, para pedirle "volver a pensar su decisión e invertir la tendencia". "Hoy esperamos todavía su respuesta", lamentan.

Por contra, destacan el apoyo de la oposición consular francesa, del alcalde de València, Joan Ribó, y de los de la Vall d'Uixó y Xirivella y, a nivel político, del síndic del PSPV, Manolo Mata, y los representantes de Compromís en Congreso y Senado, Joan Baldoví y Carles Mulet: "Muchos otros políticos y representantes de los ciudadanos, de las más diversas siglas e ideologías se han solidarizado con esta causa que no es solo nuestra, sino que afecta a toda la Comunitat Valenciana".

Pero rechazan que a sus cartas, peticiones y preguntas "solo ha habido una sola respuesta por parte de las autoridades del Gobierno francés en España y en Francia: el silencio y el desprecio a las autoridades valencianas y españolas. "Un desprecio que hemos vivido el equipo del IFV desde hace cuatro años con la actual dirección encargada de esta liquidación y, en especial, en una negociación que no ha querido reconocer todos los errores arrastrados por esta dirección que ya tiene, de premio, un puesto adjudicado", denuncian.

Por todo ello, el equipo promete "resistir" frente a la decisión del Ministerio francés y su aplicación por la Embajada de Francia en España y "seguir luchando hasta el final" por el mantenimiento de su empleo y de la estructura del IFV en València en su emplazamiento actual.