Para fantasear con un viaje al universo estético de La Guerra de las Galaxias, poco lugares hay en España, e incluso el mundo, como la casa de Gaby Navarro, en
Elda. Además de todas las
réplicas imaginables de los personajes de las películas en miniatura -varios metros de vitrinas con centenares de figuras-, atesora varios
cascos y
uniformes hechos a mano y con molde, DVD, VHS, laserdisc,
videojuegos, bustos de cerámica, piezas de plomo, muñecas rusas,
sables y pistolas de juguete...
Y la pasión por imaginar aquellos mundos galácticos ha llegado a ir más allá de las cinco películas. Gaby posee unos
cuadernos de campo en los que se describe en detalle el interior de
naves espaciales que sólo se ven en la pantalla unos segundos y desde el exterior. También, fichas de naturista sobre las
criaturas fantásticas que semejan reptiles híbridos o dinosaurios, inexistentes fuera de los filmes.
Junto con otros entusiastas del
Escuadrón 501
(club de fans español de la saga), este
eldense participa asiduamente en
exhibiciones en ciudades de todo el país. El propio
George Lucas los felicitó por la perfección de sus vestimentas, y se ha editado una película de autoguía para invidentes. «Para que nos toquen antes y sepan lo que van a ver en el film», explica.
Desde 1978 que aquel niño de pantalón corto empleó la paga de su abuelo en sus primeras figuras, no ha dejado de comprar. Hoy, 10 al mes, importadas de EE UU.
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