Los embargos de pisos en Granada crecen un 177% en apenas un año

  • Granada es la provincia española donde más han aumentado las ejecuciones hipotecarias.
  • Los parados de la Zona Norte piden una mayor flexibilidad.
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Pisos
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R. B.
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Cada vez más familias granadinas están pasando por el amargo trance de perder su casa por dejar de pagar la hipoteca. Los datos son estremecedores.

En el último año, las ejecuciones hipotecarias han crecido un 177% en Granada. Es la provincia española donde más han aumentado los embargos de viviendas, según los datos del Consejo General del Poder Judicial (en España subieron, de media, un 126%).

El año pasado, 1.056 familias granadinas perdieron sus casas por orden judicial. Sólo en el último trimestre hubo más embargos (391) que en todo el año anterior (381 casos en 2007). Evidentemente, el espectacular crecimiento responde a la crisis y a las «dificultades que muchas personas tienen para afrontar la hipoteca», comentaba hace unos días el Defensor del Ciudadano, Melchor Saiz Pardo.

Hay que evitar estas situaciones dramáticas

La situación ha llegado a tal punto que este servicio municipal ha comenzado a mediar en algunos casos. A día de hoy, espera respuesta de la Fiscalía «con la que hablamos para que inste a los bancos a flexibilizar» el pago de los préstamos «y evitar así situaciones dramáticas».

Es una de las peticiones de la Asociación de Parados de Casería de Montijo, que representa a 266 familias de la barriada. «Al menos, hemos conseguido que la Junta nos apruebe varios proyectos en los que trabajarán 45 desempleados del barrio», apunta el presidente del colectivo, Santiago Cortés.

Son el plan Menta y el taller de empleo: en el primero trabajarán a partir de junio 25 parados en el arreglo de jardines, entre otras actuaciones; mientras que el segundo se pondrá en marcha en enero de 2010 (reformas en colegios) con 20 puestos.

El de Santiago es sólo un ejemplo

Santiago Cortés sabe bien lo que es verse con el agua hasta el cuello: «Hace nueve meses debía 3.000 euros y ahora 15.000 euros más el 20% de demora. Me dieron un mes y medio de plazo que acaba ya mismo». Consiguió paralizar la subasta de su piso «gracias a la presión mediática y social».

En la asociación hay diferentes casos: «Algunos no pueden pagar las facturas y otros se verán en mi situación dentro de muy poco tiempo», lamenta Cortés.

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