Granada tiene unos 77.500 parados registrados en las oficinas de empleo de la provincia. De ellos, seis de cada diez no cobran la prestación por desempleo, según los datos del Inem. Bien porque ya agotaron los meses que les correspondía percibirla, o porque no tienen derecho a cobrar el paro, al no haber trabajado el tiempo necesario para tener derecho a ello, o no haber cotizado lo suficiente.

Se trata de algo más de 47.000 granadinos sin prestación por desempleo. Hace un año, cuando la crisis ya había aparecido aunque aún no se había mostrado con su máxima crudeza, la cifra de desempleados sin cobrar el paro era de 33.000, es decir, 12.000 menos que ahora. Pero es que ahora hay nada menos que un 52% más de parados que hace un año.

Para cobrar la prestación por desempleo hay que trabajar (y cotizar, claro) como mínimo un año, lo que da derecho a dos meses de paro. El máximo tiempo que se puede estar percibiendo la prestación es dos años (para eso hay que trabajar durante seis años).

De los 47.000 parados granadinos que ya no lo cobran, cerca de 24.000 perciben el llamado subsidio de desempleo o la renta activa de inserción, unas ayudas para los que no han trabajado lo suficiente para cobrar el paro o tienen rentas muy bajas, cargas familiares, etc. Además, hay 16.000 parados del campo que reciben el subsidio eventual agrario.

Pero en la provincia aún quedan 8.360 parados que no reciben ni un euro, no tienen derecho a prestación alguna.

838 euros por parado

Los 30.272 parados granadinos con derecho a la prestación contributiva percibieron el pasado marzo una media de 838 euros cada uno, según las cifras del Inem.

El resto de desempleados acogidos a las otras ayudas (subsidio de desempleo, renta activa de inserción o subsidio eventual agrario), mucho menos: entre 430 y 460 euros por persona, cantidades que apenas dan para pagar el recibo de una modesta hipoteca.