María Ángeles Galiana y Andrés Gil son, desde hace cuatro años, los alumnos que ponen paz entre sus compañeros del instituto Licenciado Cascales de Murcia. Sus tareas, avaladas por el Observatorio de la Convivencia de la Consejería de Educación, las han aprendido tras recibir formación por parte de jueces y psiquiatras.

Así funciona, según explica Andrés: «Si dos alumnos se pelean, el jefe de Estudios les llama, nos localizan y si aceptan, se someten a una mediación. Entonces nos reunimos los cuatro, nos cuentan sus versiones, lo que han sentido... intentamos que cada uno se ponga en el lugar del otro». Si hay acuerdo, las partes se comprometen por escrito a no continuar con sus disputas, si bien se les hace un seguimiento para comprobar si cumplen o no sus promesas de cambio. Y suele ser efectivo: «Hace un par de años se pelearon dos conocidos míos y ahora son muy amigos».

Los problemas entre alumnos van evolucionando con los tiempos. M.ª Ángeles y Andrés revelan que muchas disputas surgen en las redes sociales: «Que si has dicho de mí esto o lo otro en Tuenti, rumores...». Estos jueces explican que aunque los roces tienen lugar fuera del centro «aquí se ajustan las cuentas».

Sobre su futuro profesional, estos alumnos no se han decidido aún, pero sí reconocen que han aprendido «a ayudar cuando hay conflictos y a valorar las cosas».