Aparcar el coche en San José de la Vega no es nada difícil. La pedanía tiene decenas de solares, medio abandonados, donde dejar el vehículo. La crisis ha propiciado que las promociones urbanísticas duerman el sueño de los justos y ahora los terrenos crean polvo y matorrales. «Están muy abandonados y cuando llueve se forman barrizales», dice María Morales.

A pesar de que ahora la construcción está parada, San José de la Vega es una de las pedanías que más ha crecido en los últimos años. Ha pasado de 2.829 vecinos en 2000 a los 4.050 de la actualidad.

«Nací aquí hace 36 años y el pueblo ha mejorado. No había ni alumbrado. A pesar de todo, faltan cosas. Lo principal es que amplíen el colegio porque muchos niños dan clase en barracones», explica Ventura Marín, panadera.

La vía del tren

Otro de los problemas es la vía del tren. «Hace dos años que la desviaron para que pasara el ave y la que han dejado en el pueblo no tiene servicio y está abandonada. Además, hay una pasarela y a la gente mayor le cuesta subirla. Dicen que la van a quitar y que llegará el tranvía. Veremos cuándo», comenta Mari Carmen Martínez.

Lo mismo que ella opinan varios jubilados que se sientan enfrente del hogar de la tercera edad. «Ahí sólo hay ratas e inmundicias», se quejan.

Otras de las mejoras que le hacen falta al pueblo son «que limpien mejor las aceras, que el bus pase los domingos, que acondicionen caminos de huerta y que hagan nuevos accesos a la pedanía».

El pedáneo, Álvaro Corbalán, dice que hay aprobadas 3.000 casas en San José, pero «no sabemos si se harán. Por eso están así los solares». Del colegio: «ya hay aulas nuevas a punto de estrenar».