La hija de los Duques de York, Eugenia, de 19 años, ha sido víctima de un ataque en las calles de Phonm Penh, en Camboya, cuando paseaba con unas amigas.

Las jóvenes, que se encuentran de viaje fueron asaltadas por dos hombres que se hicieron con el bolso de una de ellas, tras lo cual se dieron a la fuga.

Sin embargo, los atracadores no pensaban que las jóvenes, o más bien una de ellas, llevaba escolta y, para su sorpresa varios agentes de seguridad de la Casa Real británica comenzaron a perseguirles para intentar darles alcance, según publica el Daily Mail.

Los asaltantes comenzaron a lanzar piedras contra los guardaespaldas de la princesa, por lo que éstos decidieron desistir en la recuperación del bolso. "Temían que la situación se descontrolara por lo que decidieron centrarse en la seguridad de las tres jóvenes", explica una fuente de Buckingham Palace a The Sun.

El diario británico destaca que se trata del primer ataque directo contra un miembro de la familia real en los últimos 10 años. Pero éste no es el tema que les interesa a los ciudadanos del Reino Unido.

¿Viajes de placer lícitos?

Al parecer esta noticia ha desatado un debate en el país, y no precisamente sobre seguridad, sino sobre si en época de crisis es correcto que la nieta de la Reina Isabel II se dedique a recorrer medio mundo en viajes de placer. Y es que, antes de Camboya, Eugenia ha visitado la India, Sudamérica, Australia, Sudáfrica y Tailandia.

Además, en esta aventura, la hija de Andrés de Inglaterra no está siendo buen ejemplo para los jóvenes de su edad. Parece que la joven ha decido seguir los pasos de su primo el príncipe Harry, y ya se le ha visto fumando y con algunas copas de más durante sus últimos viajes.