Quince mil de los 16.000 boletos ofertados fueron vendidos para ese particular sorteo titulado caca de la vaca al que asistieron unas 2.000 personas en esa segunda edición anual, que al igual que el pasado año también destinará los fondos obtenidos al sostenimiento del Amoeiro C.F.

El fundamento del sorteo es la división virtual del campo de fútbol en 800 parcelas, de idéntico tamaño, que resultan premiadas si las vacas depositan en ellas sus boñigas. La primera caca depositada por una vaca se corresponde con el último de los siete premios previstos que premia a la persona que tenga el boleto de 5 euros con el número de la parcela y el club de fútbol que identifique a la vaca.

Los organizadores, tras dividir el terreno de fútbol en las ochocientas parcelas numeradas, invitaron al terreno a veinte vacas ataviadas cada una con la bandera de un equipo de la liga nacional española. La caca de una vaca de Melide cubierta con la bandera del equipo de fútbol Villarreal C.F. cayó sobre la parcela 115 del campo municipal de fútbol de Amoeiro y asignó así el primer premio, un vehículo, al propietario del boleto.

Veinte vacas más

El sorteo fue celebrado en el campo municipal A Penafita de Amoeiro de esa localidad, y el presidente del club Amoeiro C.F., Angel Cid aseguró que mientras otros apuestan por consultar astros, manos inocentes o almanaques: "nosotros se lo dejamos a las vacas, lo que decidan ellas".

En la primera edición celebrada el año pasado fue sólo la caca de una vaca la que atribuyó el premio, pero en esta segunda ocasión los organizadores decidieron ampliar a veinte el número de vacas y siete el de premios para darle más emoción.

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