Soy transportista desde hace 15 años y tengo todos los tipos de carnés. Hace tres meses empecé a trabajar para una floristería por 900 euros al mes, sin incluir sábados o domingos, que no se pagan ni aparte ni como horas extraordinarias ni en negro ni nada, a pesar de que la jornada de 40 horas se cumple sobradamente de lunes a viernes. Con ánimo de arreglar las cosas, la semana pasada se me ocurrió decirle a mi jefe que estaba un poco cansado de la situación. Ya no trabajo allí. Ha sido muy fácil, con no renovarme... Si esto no es robar, no sé qué ejemplo podría servir. Alfonso Canal.
Modales. ¿Por qué les costará tanto a mis compañeros, no sólo los jefes, pedir las cosas por favor? ¿O es que sus madres les permiten tratarles como una bayeta y que le digan limpia esto, limpia lo otro, sin la menor amabilidad? Consuelo Cal.
La hora. Está bien pedir puntualidad a los trabajadores a la hora de incorporarse a su puesto, pero hay que recordar también que la jornada tiene que acabar cuando toca, cosa que no sucede en muchas partes y cuando hecho cuentas veo que no debo nada, sino que me deben mucho dinero. Paco Martínez.
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